Este es el final de este fic, gracias a quienes lo leyeron y espero les guste como fue el final.
________________________88888____________88888________________
Choromatsu llegó hasta el parque, notando entonces por primera vez, como sus hermanos los seguían, notando entonces por primera vez, como Todomatsu estaba rígido, mirando al joven de traje que estaba en la banca, cruzando el arenero, quien simplemente se mantenía con la cabeza baja, sin notar la presencia de los hermanos
—Atsushi...—Totty susurró más para él mismo, que para que el otro escuchara.
—Creo que no deben seguir sufriendo, se quieren...
—Pero lo rechacé, Atsushi merece una mejor persona, soy malo, no tengo corazón...— Totty se quedó en silencio al notar como una mano se posaba sobre su hombro.
El menor giró la vista, encontrándose entonces con Jyushimatsu, quien con su sonrisa en el rostro lo miraba y quien en un solo movimiento lo aferra a su cuerpo. —Totty, tienes un corazón aquí. — Jyushimatsu, simplemente puso su mano en el pecho del menor y con la sonrisa aun en el rostro agregó. —Si dejas que se vaya, sin decir lo que sientes, tú corazón perderá fuerzas, todos lo dicen, amor es amor, no importa lo demás, hustle, hustle. — agregó esperando que su hermano comprendiera el trasfondo de su mensaje.
El menor de los hermanos, caminó lentamente, esperando que la distancia que había entre él y el muchacho sentado, con la mirada baja, no se acabara nunca.
Todomatsu sintió sus manos temblar, sus ojos llenarse de lágrimas, estaba cansado, estaba molesto y ante todo estaba demasiado decepcionado de él mismo, de cómo simplemente había estado tremendamente asustado, de que, por mucho que guardase las esperanzas de poder volverse pareja de Atsushi, el ya haberlo rechazado, había terminado su relación o cualquier oportunidad de tener algo con él.
Detuvo su paso, quedando en un punto medio, entre sus hermanos y frente a la persona que en el último tiempo, era todo para él; Atsushi había sido su compañero, su amigo, ese a quien recurrir cuando estabas desesperado, incluso había sido la única persona que lo había visto quebrado, que lo había visto llorar y sentirse defraudado de él mismo, por no ser un hermano que valiese la pena.
Todomatsu se quedó quieto, mirando, recordando, él no era una buena persona, era interesado, cruel, manipulador, se aprovechaba de sus puntos a favor, de lucir tierno, de que sus hermanos lo cuidaran como el menor, incluso en ese instante, en que había defraudado a su familia, todos ellos seguían a su lado, junto a él, dándole el lugar, haciéndoles notar como era realmente importante, como era realmente amado.
—A...—Totty iba a hablar, pero se quedó a media frase, no podía llamar al otro, no podía hablarle a sus hermanos, estaba solo, angustiado, sintiendo que no tenía derecho a decir nada, no teniendo derecho a correr a brazos de Atsushi y mucho menos la de volver a los de sus hermanos, sentía que estaba en un punto muerto, estaba agotado, emocionalmente algo había salido de sobre sus hombros, pero físicamente las fuerzas ya habían dejado su cuerpo, estaba en un lugar que ni el mismo comprendía, con un millón de emociones, que iban desde la calma a la desesperación, a la tristeza, a la soledad y ante todo al desamor, al miedo de perder a Atsushi, el miedo a haberse equivocado y haber perdido la oportunidad que el otro le estaba dando, la oportunidad de ser pareja. —At...—la voz no le salía y ahora el aire parecía no entrar en su pecho, pero no fue hasta que sintió sus ojos llenarse de lágrimas que comprendió que ya no había retorno, que el agua que había buscado nunca lo cubriese, ahora simplemente superaba sus hombro.
Los hermanos quisieron acercarse, Choromoatsu se había llevado la mano al pecho y había dado un paso en busca de proteger al menor, de apoyarlo, pero una mano sobre su hombro lo detuvo. Osomatsu, quien había llegado en silencio, solo miraba a su hermano desde lejos, con una sonrisa en los labios. —esta no es nuestra guerra. —Los menores entendieron entonces, que por mucho que quieran cobijar a Totty, llegaría el momento en que ellos no podrían curar su dolor, en que sus fuerzas y sus esfuerzos no serían los suficientes y que si las suertes estaban del lado del menor, probablemente sería el hombre frente a ellos el que tendría que encargarse de tan importante tarea.
Todomatsu respiró profundamente, justo cuando la mirada de Atsushi se encontró con la propia, logrando que el corazón del sexto hermano pareciera estar por escaparse de su pecho. —Todomatsu...—
—No hables...— como pudo, sin notar como su cuerpo había comenzado a moverse, había terminado a menos de un metro del joven de traje, si extendía su mano podía tocar su pecho. —lo he pensado, yo, ya no quiero seguir ocultando lo que siento y lo que quiero...
—¿Y qué es lo que quieres? —Atsushi estaba de pie, mirando seriamente, no podía ver en su cara alguna reacción, era simplemente una mueca en los labios del más alto.
—A ti, solo quiero estar contigo, ya no tengo miedo, bueno si tengo, pero ya no quiero ocultarlo, ya no y sé que, si me rompes el corazón, si esto no funciona tendré a donde volver. —Totty se giró a mirar a sus hermanos, quienes lo miraban con un gesto de orgullo en el rostro.
Atsushi no perdió el siempre, tomó el rostro del menor de los Matsu, encontrando los labios del más bajo, con los propios, logrando que ambos se perdieran en tan suave y cálido contacto, ambos perdidos en el otro, en su momento con el otro, mientras que, a sus espaldas, los otros cinco hermanos sonreían con un poco de tristeza.
—Me gustaría decir que este es su final feliz, pero esto es más su comienzo. —Osomatsu se giró, sabiendo que sus hermanos lo seguirían y les darían la privacidad que necesitaban los otros.
Los cinco hermanos se marcharon en silencio, sabiendo que para ellos el que su hermano fuese homosexual no era un problema, pero el mundo era anticuado y poco a poco todo mejoraba, pero faltaban años para que su amor pudiese ser lo suficientemente libre como a ellos les gustaría.
Fin
ESTÁS LEYENDO
Homosexual
FanfictionSoñaba con ser diferente, soñaba con alguien que supiera quien era él, que supiera que era eso que poco a poco crecía en su pecho, que pudiera darle el nombre que por tanto tiempo el había buscado...