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Pain

El ruido de la olla a presión me despertó.

Pensé en mi madre y sonreí , bajé abajo corriendo,  hacía días que no la veía , pasé primero por el salón,  y me la encontré , sin saber por que , la arropé con una manta,  una persona normal estaría enfadada con ella , pero la comprendí , al fin y al cabo es mi madre.

Entré en la cocina,  me paré para contemplar lo que pasaba , acto reflejo corrí a apagar la vitroceramica, el caldo se había salido , la cocina estaba perdida,  me tuve que poner manos a la obra.

Tuve que pasar a casa de Encarna,  su hija está al filo de la muerte , y ahora mismo está en casa , era su último adiós.

Pasé a aquella casa con un ambiente de cigarro que no dejaba respirar, tuve que hacerlo , aunque fuese por respeto , pasé a la cocina. El panorama era demente,  mientras avanzaba más me costaba ver , ese humo ni es normal.

Ahí estaba , Anaís,  con su marido Jesús y su madre , presencié la muerte enfrente mía.

-Venga ánimo - La susurraba mientras lloraba.

Nadie se había dado cuenta que su hijo estaba dos pasos más atrás escuchandolo todo.

-Adrián ¿Qué haces aquí?- Balbuceaba,  mientras se quitaba las lágrimas de sus mejillas, no se ni cómo encadeno esas 4 palabras , por mala suerte la E.L.A. era una enfermedad degenerativa, te carcome hasta que no podía más.

Me fui,  no pintaba nada ahí , me notaba como un estorbo intenté ayudar pero lo único que podría ser era cagarla más , mientras me iba vi a Alberto,  su hijo,  arrimado a la ventana , estaba llorando , le saludé , no me pude contener,  rompí a llorar.

Ojalá y nadie tenga que vivir eso.

Llegué a casa,  la pizza que había metido en el horno 30 minutos antes estaba en su punto,  cené,  no tenía que hacer nada y me metí en la cama , ¿Como dormir sabiendo que a dos metros de ti alguien está a punto de dejar a un padre y a una abuela con un niño de 4 años al que le queda una vida entera? Sinceramente no creo en Dios,  pero recé todo lo que pude por ellos.