Psicozis

2.- Último día del año.

-Y doce más dos es catorce.. ¡Hoy se cumplen 1460 días!- Me dijo Álvaro, un chico del orfanato un año menor que yo. Suele utilizar mucho los números en su día a día.
Quizá esa 'obsesión' se explique por que tiene Asperguer.

Él llegó después que yo, pero al contrario de mí, no tuvo un nombre al llegar.
Yo me llamo Ignazio, eso decía el anillo que venía en mi muñeca, atado a un brazalete.

Hoy es 31 de Diciembre, y como djio Álvaro, cumplo 1460 días, o mejor dicho y mas fácil, 4 años.

-Feliz Cumpleaños!! -Me dijo Álvaro, y alzó la voz a pesar de la hora que era.

-Gra-Gracias compañero pero.. ¿Me puedes dejar dormir? son.. las 12:01 de la madrugada.- Le dije intentando no tartamudear.

Pues si, soy tartamudo. Pero a Álvaro no le agrada mucho esa idea, nose que será, pero le da una ansiedad tremenda escucharme esforzándome por decir algo aveces.

-Es que.. me gusta ser la primera persona en desearte por tu día.- Decía emocionado, tenía una sonrisa de oreja a oreja, casi como si estuviera de cumpleaños él. Y la verdad preferiría que fuera así, pues cumplir años no es lo que más me agrada.

Siempre me dicen cosas por mi edad, comparándolo con mi conocimiento. Cosa que no me agrada mucho. No soy de presumir.

En mis entrevistas de adopción, mis "quizás futuros padres" me preguntan que es lo que me agrada, y me miran raro al decirles que me gusta lo clásico. Como musica clásica, o cosas asi. Básicamente no entienden, y no pueden ser mis padres si no me comprenden.

-¿Estás listo? No te veo arreglado para la entrevista Ignazio. ¿Que no te dije hace una hora que te arreglaras ese cabello?.- Me decía mamá Luisa, ella estaba preocupada porque esta era la última entrevista del año, y yo ya cumplo 4 años, aún así la verdad no me interesa mucho esto de las entrevistas.. A pesar de mi corta edad Álvaro me dice que desde que llegó, me ha visto ir a 93 entrevistas.
Que noventa y tres se dice rápido pero.. Es mucho tiempo.

-Mamá Luisa, ya le dije que no quiero i-ir a eso.- Le decía haciendo gestos con las manos para que me entendiera mejor.
Pero como siempre, de nada sirvió.

-Ignazio usted no se manda solo. Venga, Acompañeme.- Dijo mientras me tomó del brazo y me jaló hasta la entrada de la puerta de la habitación que compartía con Álvaro.

-Ven que te arreglo rápido, que ya llegarán!- Me decía, y me arreglaba el pelo como podía, mientras yo resignado solo me dejaba manosear.

-Aqui ya la 94..- Dijo Álvaro en silencio, mientras yo ya me iba a la entrevista.- Si te aceptan, diles que tienes un hermanito!... ¡Y les hablas de mi! - Fue lo que alcancé a oír de sus gritos al irme de aquella habitación.

Estaba muy acostumbrado a esto. Pero por alguna extraña razón, me sentía nervioso. ¿Porqué? pensaba para mi mismo. Aun que en verdad solo quería terminar esto.

Me dirigía a la entrevista.