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La luz se fue a las 7 de la noche y volvió a las 3 de la madrugada.

8 horas de racionamiento eléctrico.

8 horas que los zancudos estuvieron llevándose el festín de sus vidas y los grillos entonando su típico y tedioso cantar.

La noche, como todas las demás, fue larga y calurosa; sudaron tanto que pensaron que se iban a deshidratar en el acto. Más de uno durmió en paños menores para amainar el calor.

El agotamiento físico y mental era tal, que ya no les quedaba fuerza para quejarse o comentar algo al respecto de la molesta situación. No es como si pudieran hacer algo.

Para cuando la luz volvió, todos corrieron a prender los aires acondicionados y los ventiladores. Tomaron sus respectivos puestos para dormir y así, poder conciliar el sueño.


Jimin se levantó del sofá de la sala para irse a la habitación que compartía con Hoseok, Taehyung y Jungkook. Al entrar a la habitación, observó a los menores acostados en el piso estando semidesnudos. Hoseok estaba acostado en su cama y aquello molestó al rubio. Se acercó al mayor y lo zarandeó.

Párate.—escupió con molestia.

Solo escuchó un gruñido por su parte; algo parecido a un reproche y se acomodó mejor en la cama.

Hoseok, párate antes de que te meta un coñazo.—era la segunda vez que se lo pedía y estaba seguro que para la tercera, no iba a ofrecerle coñazos. Le iba a dar el coñazo y ya.

El pelinaranja se remueve y alza su mirada para verle con una cara exhausta y malhumorada.

Vergación, ¿por qué sois así? Yo a vos no te trato así. Trátame bien, nojoda...

No me importa, tú sabes bien que a mi me da arrechera que se acuesten en mi cama sin mi permiso y tu vienes de ladilla y te acuestas.

En ese momento, uno de los menores le arrojó una almohada. Volteó en la dirección del objeto y miró a Taehyung que tenía cara de pocos amigos.

Cállense la jeta o si no, se me van. Quiero dormir. Si van tener sus vergueros maritales, se me van pa la sala.—señaló la puerta y apagó la luz para luego montarse en la cama de arriba. Compartía la litera con Jungkook.

Cojan, que tanto.—sugirió Jungkook levantándose del suelo y se acostó en su cama.

El rubio se irritó más y Hoseok para dejar el problema hasta ahí, se puso de pie y se montó en la hamaca del cuarto, su cama.

Jimin agradeció agriamente y se acostó en su cama. Acomodó la cama y las almohadas de la forma que a él le gustaban y se dispuso a descansar.

Restregó su rostro contra la almohada y percibió un aroma. Un aroma desagradable.

Era una mezcla entre arroz con pollo, lechosa y mierda. O quizás solo mierda.

Aquello en definitiva le hizo perder la paciencia.

Mirá mardito, a ver si te bañáis, oíste. Estáis podrio.

En la oscuridad de la habitación, Hoseok le mostró su dedo del medio y quiso dar por finalizada la discusión.

Pero Jimin era insistente y terco como solo él puede ser.

Así que se puso de pie y tomó la almohada con olor a culo tropical para dirigirse al cuerpo que estaba en la hamaca y siendo un total bruto, le empezó a sofocar con la almohada.

OLELO OLELOOO, ¿NO TE GUSTA VERDAD? AAAAAAAAH, PA QUE TU VEAS MALAYO. SUCIO E LA VERGA. ASCO.—todo ese rato Hoseok estuvo forcejeando con él y logró arrebatarle la almohada para lanzarla lejos.

Se sentó como pudo en la hamaca y miró a Jimin con molestia... pero había algo más en su mirada. Como si el rubio hubiese herido sus sentimientos con aquello que le dijo.

Sí, Jimin. Quizás huelo mal, y puedo admitirlo. Pero tampoco te permito que me hables así cuando yo soy uno de los que se parte el lomo trabajando y llevando sol para ayudar en éste hogar. A diferencia tuya, yo no estoy metido en un salón de belleza.

Y luego hubo silencio; un silencio que concedía.

Jimin sin poder evitarlo se sintió mal y se sintió peor cuando observó a su primo darle la espalda. A veces el rubio podía ser muy duro con sus palabras.

Suspiró sonoramente y tocó su hombro.

—Hobi...

El silencio le respondió.

—Hobi..., lo siento.

Silencio.

—Perdóname. No medí mis palabras y te herí. No le quito esfuerzo a tu trabajo, porqué sé haces mucho. Más de lo que deberías. Solo que..., sabes que me molesta cuando alguien se acuesta en mi cama y...—relamió sus labios observando la espalda de su mayor— cuando no puedo dormir me pongo de malhumor.

Terminó de explicar y al otro lado estaba Hoseok aguantando la risa.

—Lamento lo que te dije, pero en serio te sugiero ducharte. El agua del balde no está tan mal...

Una vez el chico terminó de disculparse, Hoseok se dio la vuelta para encarar a su primo y le observó fingiendo seriedad. Jimin le miró a los ojos con un rostro arrepentido y con cierta tensión.

Tensión que se disipó al instante al ver a su mayor reír y revolver su cabello.

—Verga papi, un poquito más y me bajáis el rache.

Taehyung y Jungkook, quienes estaban haciendo el intento de dormir, no pudieron evitar reírse ante eso. La verdad era que la disculpas de Jimin eran de un completo jalabola.

—Sabéis qué, mámalo.

Hizo el amago de irse pero su primo fue más rápido y le metió un lepe en la cabeza. El rubio gruñó y luego se alejó para ir a acostarse en la cama. Mañana tendría que lavar las sábanas.

Matica de arrechera, te llaman.

Chupetica de ajo y tal.—comentó Taehyung.

Ojalá Dios los guarde y no se acuerde en dónde, malparidos.

Maldijo a los tres y se acostaron a dormir. Jimin se resignó y durmió con la almohada que tenía extracto a culo.

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-BTS IN VENEZUELA-Where stories live. Discover now