Y entonces no había nadie... Porque hacía meses que todo lo referente a Mejibray se sentía vacio, como si cada uno estuviese en un plano aparte completamente solo.
En tanto terminaba de aplicar el maquillaje negro en mi cuello los observé a través del espejo. En silencio, con el pesar pintado en sus semblantes, y al menos en el caso de Tsuzuku y mío literalmente. Lo único que se asemejaba a nosotros era una familia en luto. Estábamos molestos, dolidos y por sobre todo asustados; asustados puesto que ¿qué sería de nosotros luego de este tour? ¿Qué haríamos si todo lo que nuestra rutina conocía era hacer en pos de la banda?... O al menos eso pensaba.
A medida que los meses transcurrieron me di cuenta que en realidad, los únicos estancados allí éramos él y yo.
Y no me enojaba ni envidiaba a Meto o MiA, por el contrario, me aliviaba el hecho de que ellos supiesen enfocar sus ambiciones en otras direcciones.
Sin embargo...:
-Tóma, bebe algo antes de salir, no te has hidratado en todo el día- le acerqué una botella de agua que agarró sin siquiera mirarla o mirarme.
Mi preocupación estaba toda en él.
¿Cuántos años llevaba de conocerlo? No podría decirlo con certeza porque no soy bueno para fechas, pero si había algo de lo que estaba seguro era de que nunca, ni en sus peores momentos, lo había visto tan perdido como ahora:
-Gracias- musitó tras beberla casi por completo.
Él y yo estábamos juntos en esto porque nuestros sentimientos e ideales se superponían al del otro. Por eso mismo, y porque teníamos nuestra amistad, estos meses nos mantuvimos alejados de todo; las redes, las fotos, las reuniones, los comunicados... Tsuzuku no quería hablar ni una palabra relacionada a la pronta inactividad de la banda aunque supiese que todo el mundo esperaba por ello. Le dolía, le parecía una mala jugada del destino y por ende pretendía que ese día nunca llegara postergando toda explicación al respecto.
Por mi parte... no estaba seguro qué sentir.
Aunque en el fondo tenía ese miedo por lo que viniese, por la incertidumbre de qué sería de nosotros una vez nos separásemos, en el exterior no me permitía soltarlo. Siempre había sido de esa forma. No importaba cuán mal me sintiese o cuán intensas fuesen mis emociones, no me parecía correcto dejarlas salir por completo y menos aún si estas no eran buenas. Y no era lo correcto... pero...:
-Ya es hora- se levantó decidido.
No sabía cómo reaccionar, solo sabía que quería apoyarlo.
Los cuatro nos acercamos al centro de la habitación donde antes de salir juntamos nuestras manos, como antes de cada presentación, deseando que todo saliese bien.
Sin embargo nuestra unión no estaba. Mejibray no estaba.
Había muchas cosas que ya no hacíamos normalmente; como las interacciones entre nosotros o con el público que a esta altura eran escasas o nulas. Ya no había encores. No había ánimos. No había unión.
Y lamentablemente nos costaba disimularlo.
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Aquella noche durante lo que fue nuestra anteúltima presentación y la última del tour, justamente en el día que celebraríamos su cumpleaños, tuvimos la peor experiencia en la historia de la banda.
En un inicio el público quedó impactado al ver su look y el mío muy similares; ambos vestidos de negro con las caras totalmente pintadas del mismo color. Tenía entendido que los fans hasta creían que teníamos alguna especie de conspiración, esa idea me hacía mucha gracia. Mas no se impresionaron, era una actitud que veníamos sosteniendo.

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Hiai
FanficLa banda, los amigos. Un cumpleaños y el último live del tour. Mejibray: Tsukoi (Tsuzuku x Koichi)