Los pasos a través de ramas secas, tiradas a lo largo del camino, todo resonaba entre la mañana fría que acompañaba a los alumnos dirigiéndose hasta la academia de héroes. A penas estaba entrando el invierno y los vestigios de otoño quedaban impregnados en cada hoja descolorida que se rompía con la más mínima brisa en los alrededores. La mayoría de los estudiantes portaban su ropa más abrigada e incluso cubrían sus rostros; se podía ver a otros reír sin importarles el clima; otros, como el joven Bakugo, iban con una cara neutra.
Pero siempre había algo peculiar dentro de todos los demás, en aquel caso era el alumno Tokoyami Fumikage; él regularmente llegaba acompañado con un par de sus compañeros de clase, sin embargo, esa mañana él había decidido salir temprano rumbo a su destino. Quería mantener su mente despejada de tantos pensamientos después del torneo deportivo, pero no contó con que sus pasos se volverían sumamente rápidos, así, él terminó estando de pie frente a la institución antes de que si quiera el sol se asomara por el horizonte. Por lo tanto, Tokoyami optó en buscar algún lugar tranquilo donde pudiera esperar hasta que fuese la hora adecuada y así pasó su tiempo viendo el cielo despejarse mientras la neblina se levantaba algunos centímetros sobre el suelo, cubriendo los pies de los primeros estudiantes en llegar.
Todo marchaba bien aparentemente, aunque Tokoyami luchaba contra la vocecilla en su mente; lo molestaba más de lo que quería admitir, pero no podía hacer mucho. Su expresión denotaba fastidio y quería esperar un tiempo extra y así evitar las preguntas de sus amigos con respecto al ánimo que cargaba. Sí, él lo que quería era evitar a los demás por ese día.
—¿Tokoyami?
Pero sus planes se fueron abajo al escuchar una voz muy cerca llamando su nombre. Él abrió sus ojos y, con pesar, miró a un costado; estaba sobre una gran rama de uno frondoso árbol y al otro lado pudo distinguir las extremidades aferradas de Tsuyu Aisu, la chica rana de su clase.
—Tokoyami, creí que eras un villano espiándonos.
—Así que viniste a investigar, me parece una acción correcta. Pero está vez estamos a salvo, sólo estaba tomando un poco de aire fresco antes de entrar a clase.
—¿Y por qué aquí arriba?
Tsuyu avanzó un poco hasta llegar al ancho tronco áspero e imitó la posición de su compañero, ella quedó recargando su espalda contra el soporte de madera. Ambos espalda contra espalda, separados por el gran árbol.
—¿Por qué no? Es buena la vista desde arriba. Me gusta ver cuando el sol sale por sobre los árboles.
—Ya veo, creo que tienes razón.
Los segundos se fueron de a poco entre el silencio y la brisa fría que hacía crujir las ramas más pequeñas sobre ellos. Tokoyami sentía una pequeña incomodidad ante el sentimiento que lo molestaba desde hacía unos días y continuaba sin querer poner pie en el salón de clases, pero sentía que Tsuyu lo cuestionaría demasiado si no bajaba pronto y se incorporaba con el resto. Una pequeña ansiedad provocó un escalofrío a lo largo de su espalda. Estaba a punto de abrir el pico y decir algo más, sin embargo, la palabra fue robada por aquella chica y decidió callar. sorprendido porque lo que escuchó no se lo esperaba.
—¿Puedo decirte un secreto, Tokoyami? A decir verdad, no quiero entrar allá. No me siento del todo bien.
—¿De verdad?
—Creo que desde el festival deportivo me he sentido de esta manera, no sé cómo ponerlo en palabras. Es...
—¿Angustiada?
—Algo así.
Tokoyami soltó una pequeña carcajada y cubrió sus ojos por un instante con una de sus manos. Creía entender la situación de su compañera y por alguna razón el malestar de Tsuyu le provocó un alivio en la presión que oprimía su pecho; el saber que de alguna forma toda esa mierda no sólo le afectaba a él le hacía un poco de conciencia sobre los sentimientos ajenos, aunque aún no sabía cómo exteriorizar esa preocupación y dejarla ir completamente. Quizá Tsuyu podría encaminarlo a eso.
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E S P A C I O S [TOKOTSU]
FanfictionEllos sólo conocían espacios El espacio que deja la victoria sin propósito, sin tener alguien con quien compartirla. El espacio de querer amar, pero no tener a quien entregar tanto amor. El espacio entre dos individuos en medio de una tarde de invi...