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Jasmine paseaba de un lado a otro en su cuarto. Estaba asustada, preocupada. Dominik tendría que haber llegado hacia horas. No contestaba su celular, su última conexión era del día anterior.

~Genial, tal vez hasta y esta muerto. Y yo acá como idiota sin ir a buscarlo~

Volvió a mirar el celular esperando un mensaje una llamada, nada.
Se fijó la hora, eran las 23:45.

Agarró un buzo (uno de Dominik, le encantan los buzos más grandes) y salió de la casa en búsqueda de su chico.

Las calles del pueblo eran peligrosas estas horas de la noche, pero no para Jas.
Ella tenía poder. Un poder único, era fuerte. Ser la novia de Dominik la había convertido en una persona poderosa. Se puede decir que es la persona más poderosa de hasta el rincón más peligroso de la ciudad.

Nadie se atrevería a decirle algo, menos a tocarla. Saben que Dominik aparecía desde lo más profundo de la tierra para ayudar a su chica.

Su chica.

A ella le encanta remarcar el poder que tiene sobre todos, en especial en él.

La gente se preguntaba cómo un chico como Dominik había terminado con una chica como Jasmine.

Una chica como Jasmine. Una chica del lado millonario de la ciudad, con estudios y un futuro por delante.

Un chico como Dominik. Un chico del lado sur, sin estudios y sin futuro. Solo problemas y más problemas.

Y ella a veces le preguntaba lo mismo, a lo que le respondía que sus ojos (unos hermosos ojos marrones) lo habían cautivado. Y luego le decía, que además le encantaba las ganas que ella tenía de que siempre esté bien. De que buscaba lo mejor para él.

Y acá estaba Jas, sacando a Dominik de un callejón. Estaba un poco lastimado, pero sonreía.

-Amor, ¿Qué habíamos dicho de venirme a buscar?-Dominik miro a Jas con cara seria, pero por dentro se moría de amor sabiendo que ella se arriesgaba para ir a buscarlo.

-Que no me importa y te voy a buscar siempre porque sos mi novio y te quiero.

Un pequeño detalle, ellos jamás se dijeron te amo. Están juntos hace años, pero Dominik cree que son palabras demasiado fuertes.

Llegaron a su departamento, Jas dejó a Dominik en el sillón. Se sacó el buzo y lo miró. No tenía sangre en la cara, solo un moretón. Su brazos tenían más moretones.

Jas se arrodilló al lado de él y le levantó la remera. Vió en su abdomen un gran moretón y rodó los ojos.

-Todavía no entiendo porque haces esto. No hay necesidad-Dominik empezó a reír-¿Y donde está lo gracioso?

-Lo gracioso es que sigas arrodillada ahí diciendo cosas como "'no hay necesidad" mientras podrías estar acostada acá conmigo dándome besos.

Jas rodó los ojos y Dominik se levantó. La agarró a upa y fueron a su cuarto.

La dejó sobre la cama y se acostó al lado de ella, abrazándola fuerte.
Le empezó a dar besos en la mejilla diciéndole lo mucho que la quería.

Jas cerró los ojos disfrutando a su chico.

Psycho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora