🌹Capítulo único🌹

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Mientras caminaba, sus pasos eran tan suaves como la seda, detrás de aquellas rosas color carmesí pudo contemplar unos cabellos dorados, brillantes cual rayo de luz. Sus dos ojos, vivos, podía ver una tormenta a través de ellos y a la vez un día soleado, la calma danzaba como si el viento tocara una dulce melodía entre ellos.

En ese instante sintió una mirada hacia él, vio sus delicadas facciones dirigirse hacia su persona, y su corazón comenzó a latir rápidamente, sintiendo que cada parte de su cuerpo se detenía para acelerar su corazón, dejando salir un suspiro, acompañado del viento.

Y es que en aquél muro, había un espacio vacío cubierto por hermosas rosas color escarlata, en aquél jardín él no sabía que era visto por alguien.
Solo vio como el chico miraba hacia su dirección, preguntándose qué había visto, pero Yoongi ya se había ido en la lejanía, donde no podría ser   descubierto, como una flor, aún siendo un capullo, un capullo enamorado.

Mientras él contemplaba el amanecer, –porque se levantaba temprano todas las mañanas– Yoongi sonreía con ternura, y sus mejillas cambiaban a un tono rosado, imaginando estar a su lado.

Kim Taehyung se hallaba cantando una dulce melodía, mientras paseaba sus delicados y suaves dedos entre las rosas.
Yoongi solo deseaba acercarse, pero era demasiado tímido para hacerlo, ¿cómo podría hablarle? En esos momentos el silencio era lo único entre ellos, y lo único que los separaba era un hermoso rosal.

Finalmente se decidió a hablar con él. Dio un paso pero en ese momento Taehyung dejó de cantar, parecía un ave asustada en un árbol dorado.

Yoongi no quería asustarlo, ¿qué podría hacer para calmar su inquietud? Contempló esos ojos con los que había soñado tanto, pero su expresión era de miedo, temor, su rostro era oscurecido entre las rosas. Buscaba el causante de aquél sonido que había despertado su curiosidad.

Yoongi se acercó un poco más, pisando una rama, Taehyung lo notó y se alejó del rosal en un segundo. Yoongi suspiró.
Él había entrado a su casa color marfil.
Y Yoongi estaba en aquél jardín, repitiendo la escena una y otra vez en su mente, invadido por un amor y una desesperación, ¿por qué no sólo decía algo?, ¿quizá un saludo? Pero era imposible, cada vez que estaba cerca de él su respiración se contenía y las palabras no salían de su boca.

Entró también.
Mañana sería un día diferente.
Tal vez mañana el nuevo amanecer traiga consigo una nueva sonrisa, la sonrisa de a quien amaba ver cada momento.

Una tarde cálida, el cielo estaba pintado de un color anaranjado y rosado, los tonos eran delicados.
Yoongi estaba sentado, dejando ver su negro cabello mientras leía un poema escrito en verso. Sus delicados párpados estaban cerrados hasta que escuchó aquella voz de nuevo. Una sonrisa se dibujó en su rostro y se alejó de aquél rosal.

Pudo ver unos mechones dorados asomarse entre las rosas y contempló una sonrisa.

—¿Hay alguien ahí? —su tono de voz reflejaba curiosidad y alegría.

Pero Yoongi no respondió.
Solo se alejó.
Y pudo ver una expresión de tristeza en el rostro de Taehyung.

¿Por qué no puede hablar?, ¿es acaso mayor la timidez que el amor que sentía por él?

—Sí —Su voz era frágil y tímida.

Al escuchar esto Taehyung se sentó en el pasto para poder oír mejor su voz.

—¿Estás bien?, tu voz suena triste.

¿Acaso se había preocupado por él?, Taehyung ni siquiera lo conocía, jamás había sabido que alguien vivía al lado de él.

Rose Garden | Taegi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora