No le temo a la oscuridad o a la noche, le temo al silencio en el que no hay nada para que me pueda esconder, en donde los monstruos de mi cabeza aparecen.
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No le temo a la oscuridad o a la noche, le temo al silencio en el que no hay nada para que me pueda esconder, en donde los monstruos de mi cabeza aparecen.