Me gusta mirarlo. Mis ojos lo adoran.
Ojos oscuros, barba incipiente, espalda ancha y unos brazos cubiertos por tatuajes. Una visión. Mis ojos desvergonzados lo observan mientras él está atento leyendo los últimos resultados de un hemograma que me hicieron hace dos días. Su ceño fruncido, su gesto de total concentración y yo sólo puedo suspirar con solamente verlo, dudo que haya alguien más fascinada con otro ser humano que yo.
Todo acerca de él me atrae de una manera que aún no creo posible. La fuerza que emana de su interior; la misma que brilla en sus ojos, esa pasión y sensualidad que desprende de su ser. Tan fuerte, tan alto pero al mismo tiempo tan sensible.
Él es sin lugar a dudas el hombre de mi sueños. Desde hace un par de semanas, mi hogar tiene un latido.
Espero que nunca pueda darse cuenta que mis ojos lo siguen como dos fanáticos a donde sea que él vaya. Enamorados, enloquecidos, fascinados con cualquier gesto que venga de Ryker. Pero aunque muera de vergüenza, no podría arrepentirme jamás, él me tiene en las nubes. Con sus caricias que me desarman, con sus palabras llenas de amor y sensualidad que caen en mi oído como si fueran el veneno más delicioso, con su voz que estremece cada rincón de mi ser y la forma en la que me hace suya sin siquiera notarlo, sin tocarme, sólo con una mirada, enardece por completo mi corazón y mi cuerpo también.
Según mi mamá estoy tan enamorada de él que apenas le presto atención al resto del mundo. Tiene tanta razón.
Desde que deje el hospital hace casi dos semanas nos hemos vuelto casi inseparables. Ryker está en mi casa todo el tiempo, sentado en el sofá de la sala jugando con el gato de mi mamá, a pesar de que le tiene alergia. Curioseando cada rincón de la cocina mientras mi papá y yo cocinamos. Y cuando mis padres me dejan para irse a trabajar, él se encarga de adueñarse de mí y de mi habitación. Y yo no pongo resistencia.
—Preciosa...
Me llama, tomándome por sorpresa y yo giro mi cabeza hasta encontrarlo mirándome fijamente, con una media sonrisa en sus labios. Tan guapo que duele. Ha dejado los exámenes de lado y está riéndose de mí con sus ojos y es cuando me doy cuenta que mis mejillas están ardiendo, resultado de los pensamientos que vagaban en mi mente hace segundos atrás. Y él lo sabe, me conoce demasiado bien y además sé que le fascinan mis sonrojos ridículos.
—¿A qué se debe ese sonrojo tan bonito? ¿Eh?
Me pregunta, curioso, mientras se acerca a mí. Yo acostada sobre su cama y él ya recostado sobre mí, sus brazos a cada lado de mi cintura, su perfume invadiendo mi espacio por completo. Me río en voz alta a causa del nerviosismo y él ensancha su sonrisa traviesa.
—Nada... No es nada, Ryker.—le digo en un murmullo, suspirando en voz alta, con los nervios recorriendo mi piel. Él frunce el ceño y niega.
—¿Segura?
Duda, esperando que le de la respuesta que quiere. Su nariz toca la mía, suave, delicado y mis ojos se cierran.
—S-sí...
Respiro, mi corazón acelerado. Siento sus manos en mi cintura, su boca en mi mejilla y su sonrisa que aún permanece en su rostro.
—¿Eran pensamientos buenos?
Me dice, y su voz está afectada, ronca, su pregunta sonando casi como un gruñido. Dios.
—Hmmm...—murmuro, abriendo mis ojos para verlo sobre mí, mirándome como si yo fuera el amanecer. Y estoy segura que yo lo miro de la misma manera. Mi Ryker. Fascinada acerco mis dedos a su rostro, paseando una caricia desde su frente hasta su mandíbula cubierta por barba.
—Y tú eres mía, Aurora.—me dice, con un tono de voz que podría poner de rodillas a cualquiera. Y es cuando dice esas palabras que me doy cuenta que mis pensamientos habían sido en voz alta. ¡Qué vergüenza! Ryker se acerca aún más a mí, sus intenciones claras cuando sus ojos oscuros miran mis labios con un deleite que me hace enrojecer. Y lo siento, como sus labios acarician los míos, de forma lenta pero letal, dejándome sin aire. Deja un beso en la esquina de mi boca, buscándome, tentándome y yo tomo su rostro en mis manos y lo acerco a mí, sonriendo como una tonta. Me besa tan despacio que el mundo a nuestro alrededor se detiene, pero él no lo hace. Sus besos son tan apasionados, me desarman por completo y yo también lo beso, diciéndole con cada beso que le pertenezco. Su agarre en mi cintura se hace más fuerte y en un rápido movimiento él termina sentado en su cama y yo caigo en su regazo, su boca nunca separándose de la mía, sus besos más rápidos, más demandantes que antes y me derrito con el amor que desprende en cada caricia.
—Dilo de nuevo...—murmura, agitado mientras separa su boca abruptamente dejándome con ganas de más. Sus ojos aún permanecen cerrados y su rostro aún está tan cerca que siento su respiración caer sobre mis mejillas.
Su tono de suplica mezclado con un deje tan apasionado, me sorprende, haciendo que mi cerebro no procese las tres palabras que me ha dicho.
—Belleza...—susurra, su voz profunda, sus ojos ahora mirando dentro de los míos. Toda su actitud derrite por completo mis pensamientos y acelera los latidos de mi corazón. Nunca me ha llamado así. ¡Wow!—Dilo de nuevo.
Me dice y a pesar de mi estupor y fascinación por él, al fin entiendo lo que me pide. Una sonrisa se abre paso en mi boca y mi corazón se llena de ternura ante su petición, entonces, sin siquiera pensarlo le digo lo que me pide con tanto apuro.
—Mi Ryker.
Murmuro bajito, nerviosa pero mi voz suena como el de una chica completamente rendida.
Lo que hace a continuación me hace caer aún más por él, como si eso fuera acaso posible. Se sonroja. Puedo ver la verguenza y la pasión brillando en sus ojos, mientras que su sonrisa es una que me desarma por completo. Se ve tan contento. Tan feliz. Lo amo profundamente.
—Estoy loco, amor, pero puedes reclamarme como tuyo cuando quieras. Haz conmigo lo que desees y yo estaré más que satisfecho.
Me dice, haciéndome reír. Y me contagia de su locura, porque aunque me retuerza de verguenza al decirlo en voz alta; amo que él me perteneza tanto como yo le pertenzco a él. Y me fascina el saber que ese hombre, que me mira como si estuviera a punto de devorarme, es mío por completo. Alma, corazón y tatuajes incluidos. ¿Acaso no soy la chica más suertuda de todas?
Y al fin llega el primer capítulo de esta mini serie, ¿les gustó? Aurora se ganó la lotería sí o no? 😂 ¡Perdón por tardar tanto! Las extraño demasiado, espero que les guste chiquitas. Estaré leyendo sus comentarios 👀
Con amor, Carolina 🌛
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Principio & fin.
RomanceEscenas y capítulos extra de Encantadoramente Diferente y Un Maravilloso Milagro. Todos los derechos reservados©