Amnesia

Prólogo

Desperté con un dolor horrible en mi cabeza provocando que soltara un gemido casi inaudible. No sé en donde estoy, pero supongo que es un hospital ya que las paredes son totalmente blancas y desde que desperté hay un sonido muy molesto a un lado de mí.

Inspeccionó la habitación pero hay algo muy raro en ella, más bien alguien. Es un chico de cabello rubio platinado, de tez bronceada, de complexión delgada y brazos muy musculosos, nada fuera de lo normal supongo.

– ¡Oh! Ya despertaste, tráete a la enfermera para que te revise –Dijo aquel chico rubio y salió de la habitación dejándome confundida y con muchísimas preguntas en la cabeza.

Cinco minutos después aproximadamente, entró el chico con una enfermera de unos 25 años aproximadamente, con un cuerpo de envidia, cara fina y sin imperfecciones, pero con bastante maquillaje encima para mi gusto.

–¿Cómo te sientes linda? –Preguntó con un tono amable.

–Bien, supongo –Dije sin darle importancia al asunto.

–¿Recuerdas algo de lo qué pasó antes de hoy? ¿Dime tu nombre y qué edad tienes? –Preguntó.

–Me llamó Aerin Park, tengo 17 años y lo último que recuerdo que que estaba en el suelo de un lugar alejado rodeada de árboles y después de ahí todo es negro y borroso –Dije sincera.

–Como lo sospechábamos, llamaré al doctor y te podrás ir –Dijo y salió dejándome con el chico de tez bronceada.

–¿No recuerdas nada antes de eso, Aerin? –Negué con desconfianza – ¿Sabes quien soy, verdad? –Volví a negar esta vez con más confianza.

–No recuerdo nada que haya ocurrido antes de que despertara –Dije encogiéndome de hombros.

Después de eso nos quedamos en silencio, pero es un silencio cómodo, o al menos para mí lo es. No se quien sea este chico de tez bronceada pero al parecer hay mucha confianza entre nosotros.

Entró el doctor con un cuaderno o que se yo en la mano, me miro con preocupación y después me mostró una sonrisa por lo cual yo respondí igual de amable.

–Como lo sospechábamos señorita Aerin, usted padece de amnesia, esto puede ser grave si no sabe tratarse, puede que no vuelva a tener recuerdos de su infancia o de cuando era más joven, pero también puede que los recupere todos si sus familiares la apoyan, lo mejor es que regrese a casa para ver si algo se le hace familiar y empieza a recordar, si pasa más tiempo con sus amigo puede que todo se le haga familiar, así que no estaremos viendo cada mes para ver si avance –Dijo y me entrego una hoja de papel con medicamentos escritos.

–Ah, lo olvidaba, las pastillas que le recomiendo tienen efectos secundarios y puede que llegue a recordar algo que jamás ocurrió –Asentí de nuevo y el doctor salió de la habitación.

Me quede estática, todo esto es muy confuso, ahora no sabré qué fue real y que no, ¿Por qué me ocurren estas cosas a mi? Bueno no sé qué es lo que me haya ocurrido en el pasado, pero sea lo que sea lo tengo que averiguar.

Espero que este chico sepa algo sobre mí y me pueda ayudar.

–¿Quieres que te hable un poco sobre ti? – Dijo como si me hubiese leído la mente.

Yo solo asentí.

–Peri primero té tienes que vestir para irnos, iré por tu ropa.

Salió y me quede sentada, sola de nuevo sin saber que hacer. Unos minutos después entró el chico de tez bronceada con más bolsa en donde aparentemente se encontraba mi ropa. Me la entrego y la tomé titubeando.

–¿En dónde está el baño? –Pregunte y me señaló una puerta que se encuentra detrás de mí –Gracias –me giré y me adentré en este.

Le puse el pestillo a la puerta y comencé a quitarme la bata del hospital, me puse la ropa que me entregó y al parecer antes de perder la memoria yo tenía buen gusto ya que es una blusa sencilla de manga larga de color gris, unos jeans de color claro y unas zapatillas grises.

Salí y me miro con una sonrisa.

–Creí que no te agradaría, ya que tú sueles usar ropa de colores pastel –Hizo una mueca y yo me sorprendí

–Entonces tenía pésimo gusto –Solté sincera –¿Nos vamos? –Pregunte ansiosa y este asintió.

–¿Sigues sin saber quién soy? –Pregunto con un tono de curiosidad y yo solo asentí –Bien –Dijo y me volvió a dejar con la curiosidad comiéndome por dentro.

Salimos del hospital, no sin antes de recoger mi medicamento y mis papeles para confirmar que ya estoy bien.

Subimos a lo que parece ser su auto y me coloqué el cinturón de seguridad y en ese momento tuve un recuerdo.

~Flash back~

–Aerin, colócate el cinturón de seguridad, podemos tener un accidente –Me dijo un chico de tez blanca y cabello totalmente negro, pero su rostro es bastante borroso.

–Ay tranquilo hombre, no nos va a pasar nada –Dije, y justo en ese momento un auto se estrelló contra nosotros y todo se tornó borroso y negro.

~Fin Flash Back~

–Aerin, Aerin ¿Te encuentras bien? –Asentí nada convencida de mí respuesta.

–Te hablaré sobre ti un poco para que por lo menos sepas con quien hablas –Dijo y puso en marcha el auto.