Relatos apasionadamente SALVAJES © [Yaoi]

Tatsumi x Umi: tercera parte

Tatsumi x Umi: El gigante infantil y el pequeño mimado.

—Ahh~ no aguanto más, Tatsumi... —sollozó Umi llegando al clímax.

—Aun no te corras, aguántate —ordenó Tatsumi soltando el miembro del menor para acercarse a besarlo.

—Pero... -El mayor no le dejo protestar.

—Sé que puedes –dijo levantándose de la alfombra.

—¿Tatsu?

Tatsumi se acercó al pequeño rubio y lo levanto en brazos, llevándolo hasta la cama para soltarlo suavemente.

—¿Cómodo? ¿Quieres otra almohada?

—No entiendo...

—Si te voy a hacer el amor, quiero que estés a gusto y no en una alfombra cualquiera –admitió mientras abría el cierre de su pantalón—. Seré gentil contigo, Umi. Des pues de todo es tu primera vez, ¿no? —El mayor alcanzo del cajón de la mesita de noche una caja de condones y aparto uno para usarlo luego.

Umi se tapó con la almohada más cercana y se acurrucó entre las sabanas. Tatsumi soltó una carcajada.

—¿Nervioso? –preguntó sentándose el cama.

—Un poco...

Tatsumi acaricio suavemente el estómago de Umi, buscando tranquilizarlo. Aproximo los labios a la piel blanca y deposito un tierno beso, el pequeño se erizo de pies a cabeza.

—Sabes que no haremos nada que no quieras, Umi. Solo dímelo y paro justo aquí.

Umi aparto la almohada dejándose ver, Tatsumi le dedico una sonrisa ladina.

—Estoy bien... —dijo abriendo las piernas, quedando al descubierto.

—Entendido... —El mayor se apoyó en la cama para besar al rubio, jugando con su lengua y raspando los colmillos que tanto le fascinaban. Umi rodeo el cuello del mayor, atrayéndolo.

—Mh~ —jadeó el rubio al sentir las manos del mayor sobre su abdomen, bajando hasta su entrepierna. En eso, Tatsumi se separa del beso y le ofrece al menor dos dedos de su mano sobrante.

—Chúpalos.

—Creo haber leído esto en un manga... ¿Va a doler?

—No sé, nunca he estado abajo —presumió el alto—. Pero lo haré despacio, así te acostumbras.

—Tus bromas son terribles... —Abrió la boca y Tatsumi metió sus dedos dentro, el rubio los lamio y chupo.

—Ya me conoces... —dijo embobado mientras veía la lasciva escena del menor—. Eres bueno

Umi soltó sus dedos rápidamente.

—¿Qué insinúas? —reclamó el menor.

—Nada, nada —contestó moviéndose en la cama para quedar entre las piernas de Umi, este las abrió permitiéndole el paso. Tatsumi comenzó besando su muslo derecho, bajando lentamente hasta la entrepierna.

—Relájate~ —susurró con voz ronroneante, el pequeño se sonroso.

—"Que sexy... Tatsu nunca me hablo así".

Tatsumi procedió a acariciar el orificio anal de Umi, oyéndolo jadear, para luego introducir con suavidad el dedo índice y moverlo dentro para acostumbrar al menor.