1. Estaré en Casagrande para Navidad
El hogar de los Casagrande estaba más animado que de costumbre. En ese apartamento, decorado con oropel, lucecitas y gallardetes de papel picado, tanto la abuela Rosa como María estaban organizando la mesa para un almuerzo especial. Por fin, después de meses y justo antes de la nochebuena, Lori y Lincoln Loud venían a visitarlos.
Bobby acababa de subir de la bodega. Estaba arreglándose frente al espejo: Necesitaba verse lo mejor posible ante su amadísima Lori, aquella rubia despampanante que era la dueña absoluta de su corazón.
Igual de emocionada estaba Ronnie Anne, quien no dejaba de recordar lo felices que se veían ambos Loud en la video llamada de hace un par de horas, y se lo comentaba a CJ.
—¿Estás emocionado de que venga Lincoln? De seguro va a jugar mucho contigo —dijo ella.
—¡Sí, que venga Lincoln! —respondió, abrazando a su prima. El timbre sonó.
—Tal parece que ya están aquí. Buen cálculo —comentó el tío Carlos, revisando su reloj.
—Y como había planeado, los tamales ya están listos —fue lo que la abuela Rosa dijo mientras daba un suave golpe a la mesa.
Ronnie corrió hacia la puerta.
—¡Yo abro! —exclamó, en lo que Bobby aparecía junto a ella, diciendo:
—¡Lori esta aquí!
Y en efecto, cuando abrieron la puerta, ellos estaban ahí. Pero no se veían nada bien, ni nada felices. Parecía que acababan de estar peleando: Lincoln tenía el abrigo rasguñado y un par de moretes. Lori tenía el cabello desordenado y con manchas blancas que no parecían ser nieve.
—¿Qué les pasó? —preguntó Ronnie con sorpresa.
—Nada —respondieron ambos en coro y con nulo entusiasmo.
Se veían tan mal que la tía Frida no les tomó ni una foto.
La cena fue otro momento extraño de aquella tarde decembrina. Los dos Loud tenían asientos contiguos, pero cada uno parecía ignorar la presencia del otro y solo comían en silencio. El resto de los comensales, la familia Casagrande en pleno, no asimilaba aquella tensión tan inesperada.
—Y... ¿Qué tal el viaje? —preguntó el abuelo Héctor.
—Fatal —respondieron en coro.
Ronnie y Bobby, quienes estaban sentados juntos, se vieron mutuamente en silencio, con preocupación.
Carl decidió intervenir: —Es nuevo estilo de cabello me fascina, Lori. Te hace ver mucho más hermosa de lo...
Un codazo de Carlota le hizo callarse.
Tras un poco más de escueta conversación, los Loud se pusieron de pie.
—La cena estuvo exquisita, abuela Rosa. Muchísimas gracias a todos —dijo Lincoln con una sonrisa leve.
—Con su permiso —fue lo que Lori dijo entonces. Los dos se vieron, y con un ligero gruñido se fueron en direcciones opuestas. Eso hizo que los hermanos Santiago decidieran entrar en acción. Se levantaron, y mientras Ronnie fue hacia Lincoln, Bobby llegó hasta su novia: estaban dispuestos a descubrir lo que había pasado.
2. El regalo comprometido
Unas horas antes, ambos hermanos estaban a punto de salir de la Casa Loud. Lincoln ya estaba completamente abrigado y listo para salir. Lo único que le faltaba era sacar una vieja y polvorienta caja que tenía bajo su cama. Se arrodilló, y con sumo cuidado la extrajo de ahí con ambas manos. La recordaba un poco menos pesada... Quizás eso se deba a que no la ha movido en años.
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Regalos para Lori y Linky
FanfictionONE-SHOT: Lincoln y su hermana mayor Lori viajan para visitar a la familia Casagrande antes de Navidad. Cada uno lleva un regalo... Y se enterarán de uno que ya recibieron. "The Loud House" es propiedad de Nickelodeon, Chris Savino y Viacom.