Día 5 - Santa Claus

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Les voy a contar una historia. No es muy larga, tranquilos ¿Ustedes saben el origen de Santa Claus? Algunos lo conoces como San Nicolás, otros como papá noel. Tiene muchos nombres pero siempre que escuchamos su leyenda es, en esencia, lo mismo. Pemiar a los buenos, castigar a los malos.
Si lo piensas bien tiene un sentido de justicia muy grande. Este era su nombre mucho tiempo atrás. Justicia.
Muchos años antes de la existencia de los humanos, Justicia era quien vigilaba que los dioses hicieran bien sus trabajos, premiando cuando hicieran, además de su trabajo, una buena acción y castigando en el caso contrario. Era joven, alto y de largos cabellos color plata.
Todos lo apreciaban mucho pero el nunca estaba satisfecho, nunca hacia más que su trabajo, el quería poder premiarse por hacer algo.  Así encontró a la humanidad.
Comenzo a pensar que los humanos debían ser recompensados al igual que los dioses, y una vez al año el recorria el planeta recompenzando persona por persona dependiendo si habían sido buenos o no.
Cuando se hizo mas conocida su leyenda, comenzaron a dejarle comida, mucha comida, en modo de agradecimiento y él comenzó a engordar. Los dioses vieron su cambio muy despacio, era una sola vez al año que salía, el resto del año seguía siendo quien juzgaba como se comportaban los dioses.
Pasaron los años y los humanos evolucionaban, pero no solo en su forma de vivir, sino que tambien en su forma de pensar. Se hacía cada vez más difícil para él juzgar si los adultos eran buenos o malos, siempre podian hacer algo malo pero con buenas intensiones o con un proposito bueno, o podian hacer algo bueno con malas intensiones. Eran muy dificiles de juzgar.
Pensó en algun momento dejar de recompenzar y castigar a los humanos, pero descubrió que habían algunos humanos que podían ser totalmente buenos durante el año o totalmente malos, los niños.
Habló con los dioses y les consultó que podria hacer diferente este año para los niños.
--¿que tal si les das juguetes? A los niños les gusta jugar- Vida era quien más los conocía, al fin de cuentas el había creado su mundo.
Comenzó a pensar, y si quería darles juguetes debería trabajar mucho todo el año, eso demandaba todo su tiempo. No le dejaba tiempo de juzgar los trabajos de sus dioses.
Convocó a otra junta para decirles lo que había decidido, y no importaba cual fuera su pensamiento al respecto, el había tomado una desicion.
--Viviré en la tierra de ahora en adelante. Trabajare con mis sievientes para los humanos, quienes deben ser juzgados ahora que están más evolucionados-
Todos se espantaron, nadie queria que se fuera. El era uno de los más queridos dioses del lugar. Amor le dio su apoyo y le dijo que si la necesitaba solo la llamara. Musa tambien lo apoyó y Suerte lo alentó tambien. Los otros dioses solo pudieron sentir su partida y decirle lo mucho que lo extrañarían.
Así fue como partió al polo norte un lugar solitario que siempre le había encantado. La nieve, las estrellas, el hielo, los animales, todo le fascinaba.
Montó su lugar de trabajo con sus sirvientes y luego de un tiempo tenia lista su producción de juguetes. Los dioses le dieron algunos regalos para que usara en sus creaciones. Partituras para las cajas de música, figuritas de porcelana, nuevas ideas. Amor llegó un día y el frío la dejó casi congelada. No supo como Justicia podía soportar el frio y le llevó de regalo una bufanda blanca para que apaciguara ese clima.
Se parece al Santa que conocemos ¿verdad?
Los años pasaron y la gente seguía dejándole comida en agradecimiento, otros esperando que les dejara un regalo siquiera.
Ya no quedaba mucho del joven de cabello gris que había empezado todo esto. Se había vuelto viejo. Al no vivir con los otros dioses el tiempo pasaba, lento pero seguro, sobre él.
Un día Vida fue a visitarlo, había pasado mucho tiempo desde que habian sabido noticias de él. Al llegar al lugar donde vivía en el polo, se sorprendió que todas las luces estaban apagadas, excepto una. Siempre tenían las luces prendidas a toda hora del día.
Al entrar se sorprendió de ver a un anciano de cabello blanco, con un abrigo rojo y una bufanda blanca que parecia parte de él ya, tendido en una cama rodeado de los sirvientes que fueron de Justicia en algun momento.
--¿dónde está Justicia?- los sirvientes voltearon a ver a Vida y  agacharon la cabeza en señal respeto.
--Nuestro maestro está aquí tendido en la cama señor Vida, está... agonizando- el pesar en la voz del sirviente daba a entender que no estaba bromeando y se acercó a la cama.
--Haz creado una leyenda amigo, una que recordarán por mucho tiempo más, creo que ya haz sido muy bueno-
Una sonrisa apareció en el rostro del anciano y comenzó a sacudirse en una risa silenciosa. Su cuerpo comenzó a difuminarce en polvo brillante que desaparecía en el aire. Sus sirvientes quedaron en silencio al instante y Vida les dijo que fueran de vuelta a Ithis a cumplir con el trabajo de Justicia en su nombre.
El hogar del polo norte desapareció para evitar problemas con los humanos y como ya no había quien diera los regalos, los niños pensaron que habían sido malos siempre. Así los padres comenzaron a darles premios y castigarlos ejerciendo ellos el rol de justicia, y esparciendo durante generaciones la leyenda de Santa Claus. Quien, aun cuando nadie lo sabía, era un dios viviendo entre los humanos.
Hay muchas historias que te cuentan como nació la leyenda de Santa Claus o Papá Noel, pero creeme, esta es la verdadera historia de quien era él.













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⏰ Última actualización: Feb 11, 2018 ⏰

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