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Q U E R E R ;
continuación

Pov Jungkook ;

Llevo a Jimin al patio de comidas, y me mira extraño cuando de inmediato empiezo a moverme hacia el restaurante tailandés. Mientras nos acercamos, él se encoge y se cubre la nariz.

―Oh Dios ―gime.

Los calentadores delanteros están con espuma seca por la putrefacción, gusanos muertos y moho. Soy casi insensible al olor ahora, pero juzgando por la expresión de Jimin, es asqueroso.

Excavamos en la parte trasera por un tiempo, pero la electricidad intermitente del aeropuerto significa que los congeladores solo funcionan a medio tiempo, así que todo lo de adentro está rancio.

Voy hacia el cuarto de hamburguesas.

Jimin me da esa mirada curiosa de nuevo y me sigue. En la cinta de congelamiento encontramos unas pocas hamburguesas que están frías, pero que claramente han sido descongeladas y congeladas muchas veces. Moscas muertas salpican el piso blanco del congelador.

Jimin suspira.

―¿Y bien?

Miro hacia la distancia, pensando. El aeropuerto tiene una barra de sushi... pero recuerdo un poco sobre sushi y, si unas pocas horas pueden echar a perder un filete de hamachi*, no quiero ver lo que pueden hacer años.

―Dios ―dice Jimin, mientras me quedo de pie deliberando― Tú sí que sabes planear una cita a cenar. ―abre unas pocas cajas de bollos mohosos, arrugando la nariz― Nunca has hecho esto antes, ¿verdad? ¿Traer a un humano vivo a casa?

Sacudo la cabeza, disculpándome, pero me estremezco por su uso de la palabra 'humano'. Nunca me ha gustado esa diferenciación. Él es un Vivo y yo soy un Muerto, pero me gusta pensar que los dos somos humanos.

Llámenme idealista si quieren.

Levanto mi dedo como si fuera a detenerlo.

―Un... lugar más.

Caminamos hacia un área lateral no marcada en el patio de comidas. Muchas puertas después, llegamos a la central de almacenamiento del aeropuerto. Me apresuro a abrir la puerta de un congelador y sale una nube de aire congelado.

Oculto mi alivio. Se estaba empezando a poner incómodo.

Damos un paso hacia dentro y nos paramos entre estanterías amontonadas con bandejas de comida de vuelos.

―¿Qué tenemos aquí... ―dice Jimin y empieza a hurgar entre las estanterías bajas, inspeccionando los filetes Salisbury y papas procesadas. Gracias a cualquier conservante que tuvieran, los alimentos parecen ser comestibles.

Jimin mira las etiquetas en los estantes superiores que no puede alcanzar y repentinamente sonríe, mostrando hileras de dientes blancos que los frenillos de su juventud hicieron perfectos.

―¡Mira, pad thai*! Me encanta... ―se calla, mirándome con inquietud. Apunta al estante― Comeré eso.

Me estiro sobre su cabeza y tomo un montón de pad thai congelado. No quiero que ninguno de los Muertos vea a Jimin comiendo estos desperdicios sin vida, estas calorías vacías, así que lo guío hacia una mesa escondida detrás de algunos quioscos de postales caídas.

Trato de llevarlo tan lejos de la escuela como sea posible, pero todavía podemos escuchar los ecos de los gritos
miserables abajo por el pasillo. Jimin mantiene su cara totalmente plácida incluso durante los gemidos más ruidosos, haciendo todo lo posible por silbar una melodía para demostrar que no se da cuenta de la carnicería.

Warm bodies 暖かい体 ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora