Aparecium

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Aparecium,  todo estaba escrito con tinta invisible y por ende también mágica, no había cosa que ella escribiera que uno pudiera ver, como era dotada en las artes mágicas y en ser una insufrible, todo lo que hacía y era, tenía el mismo fin: "Tratar de llamar la atención".

 Ella siempre decía que solo quería que la dejaran en paz, que solo se necesitaba a ella misma, pero en realidad necesitaba desesperadamente la aprobación del resto.

En el departamento todos la teníamos por una idiota, o por lo menos como un bicho raro, Sneanglims, el anterior bicho raro terminó pasándose al lado contrario, si es que éste es el lado correcto, en el ministerio nadie lo sabía a ciencia cierta, por eso que alguien que tomara tantos resguardos y que fuera tan rara, era por lo menos singular, notorio y por sobre todo sospechoso.

Jelda venía de Castelobruxo, y haciéndole honor a su escuela ella sabía más que todo el ministerio junto de pociones, animales mágicos y encantamientos no verbales, sus encantamientos sin varita también estaban a un nivel muy alto, nunca tanto como los de Osprey o Makutoto que en verdad daban miedo, nunca había hablado con ellos pero si los había visto trabajar y eran unos aurores muy poderosos. 

Jelda jamás hablaba de esto, yo me dí cuenta cuando comencé a leer su mente y a ver su futuro en mis sueños, cada uno tiene sus habilidades me dijo mi mamá cuando niño, no necesariamente te gustarán las tuyas.   

Ella empezaba a corregir mentalmente los pasos de sus pociones después de haberlas hecho, como la receta de su tinta invisible, que era ,con mucho, la mejor que había visto en mi vida. Cuando fuimos a al callejón diagon a ayudar con el Crup infestado de Chizpurfles que le comió la pierna a un muggle al salir del callejón hacia Charing Cross Road por error de los chicos de control animal, la ví por primera vez haciendo encantamientos sin varita y los no verbales, yo intentaba sacar mi varita, cuando la miro y estaba moviendo los labios, y paf! el Crup estaba convertido en una estatua, y el muggle petrificado a su vez, utilizó el encantamiento desmemorizante y solo le dijo al pasar: acabas de ver un lindo perrito moviéndote la cola. Después de arreglar la pierna que le faltaba...

Yo ni siquiera había pensado en que decirle al muggle, y ella ya tenía listo el percance, llegaron los chicos del departamento de control animal y sorprendidos por la eficiencia de nuestro trabajo nos dieron las gracias, mas bien a mi, ya que nadie mas que yo vio que había sucedido, y noté por primera vez gracias a mis habilidades de legeremancia, la necesidad de atención que necesitaba Jelda, ya que les dijo en su mente que yo era un idiota y que ellos también lo eran y que si no fuera por ella todavía estaría el Crup comiendo gente. 

Yo estudié en Ilvermorny,  por tanto el proceso de entender castas de magos o que me importara era algo difícil para mi, pero la familia de Jelda era de Durmstrang, Ella había nacido en Brasil por que sus padres estaban realizando investigaciones de plantas y encantamientos no tradicionales en Castelobruxo y para ella la limpieza de la sangre era relativamente importante, al igual que la magia prohibida y personas como Gellert Grindewald, y no necesitaba leer su mente para saberlo...

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