Capitulo Único

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[¡Hola a todos! Solo quería decirles gracias por leer y que hay una imagen de referencia en multimedia, ustedes sabrán a que cuando lean.]


 Katsuki debió haber adivinado que durante ese lunes su día sería una mierda, primero su reloj se había estropeado por lo que la alarma no sonó y llegó tarde a su estúpido trabajo de dependiente. Su jefe Hakamata lo regaño y para evitar un descuento en su sueldo (que de por sí ya era poco) se vio obligado a modelar la nueva colección de jeans de la tienda, Bakugou realmente odiaba la tienda Best Jeanist y su muy ajustados pantalones de hombre que en opinión suya deberían ser para mujeres, ningún hombre tendría que aguantar semejante tortura (o dicho a su forma, dolor de huevos). Esos pantalones eran asfixiantes y sobre todo costosos, Katsuki no entendía para nada la moda.

Luego de una hora de modelaje incómodo y de completar su turno del día con una hora extra porque a su jefe no le había bastado el obligarle a modelar sino que también debió quedarse tiempo extra. Al menos el señor Hakamata dijo que tendría un bono por el modelaje, pero otra llegada tardía (de esa magnitud) le costaría gran parte del sueldo la próxima vez.

Katsuki estaba agotado cuando llegó al edificio en donde vivía, estaba de mal humor y este se acentuó cuando encontró el ascensor averiado lo que le obligaba a subir por las escaleras los cinco pisos que lo separaban de su hogar. 

-No podría ser peor... malditos inútiles que ni un simple ascensor pueden cuidar, con el valor del alquiler esa mierda debería ser de última generación- Bakugou estaba furioso, sus pies pisaban ruidosamente el suelo mientras murmuraba para sí mismo entre dientes y se dirigía a las escaleras de mala gana. ¡Pero por supuesto que a algún imbécil se le ocurriría ponerse cómodo allí y obstruir el paso al resto!.

-Que día de mierda...- gruñó, de todas formas se acercó más dispuesto a enfrentarse al estúpido residente que estaba de cuclillas y ahora que se acercaba, veía que se encontraba acariciando a un estúpido perro. Esa bola de pelos necesitaba un peine, Bakugou jamás había visto a un pastor suizo con el pelaje tan desordenado y en punta, extrañamente resultaba serle familiar de alguna forma. Ignorando eso, Katsuki se había posicionado detrás del desconocido y el animal ya había notado su presencia.  

-¡Escúchame maldito imbécil! No he estado las últimas horas rompiéndome la espalda por el salario mínimo de esta estúpida nación para tener que regresar a mi estúpido departamento y tener las estúpidas escaleras bloqueadas por tu estúpida existencia- Bien, definitivamente no eran los mejores insultos que alguna vez haya usado pero estaba tan agotado como para pensar en que había repetido demasiado la palabra "estúpido", incluso la ira era disipada por el cansancio pero eso no le impediría patear al sujeto, necesitaba liberar estrés y este imbécil se había ofrecido en bandeja de plata.

Pero, obviamente, la vida tendría una idea diferente a la suya. Katsuki no pudo patear al desconocido, cabe destacar que el susodicho estaba temblando en nerviosismo pero de todas formas no se había dignado en darse vuelta y enfrentarle, la bola de pelos saltó al ataque contra suyo antes de que su pierna pudiese siquiera rozar al sujeto. Genial, tenía que agregar el ataque de un perro perro a la lista de cosas/personas que le han atacado, definitivamente el peor día de su vida.

Bakugou jamás había estado tan feliz y agradecido por su gusto a los pantalones caídos, eran extremadamente cómodos para él y ahora resultaban ser un salva-traseros porque la bola de pelos encajó sus fauces en la tela y no en su piel. Aunque estaba contento con no tener los dientes de esa bestia en su pierna, sus pantalones favoritos estaban arruinados y sino creía que no podía empeorar, ¡ese animal salvaje comenzó a forcejear y a rasgar la tela!

No todo lo que comienza mal termina malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora