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—hola mamá!—dije entrando en casa luego de llegar de la preparatoria, para luego darle un beso en la mejilla a mi madre, Anabelle Brown, una mujer de larga cabellera castaña, ojos verdes y bonitas curvas ¡amo a esta mujer!

—¡hola hermosa!— dijo la castaña que en este momento de encontraba cocinando, aunque teníamos empleados a los cuales siempre les correspondía hacer la comida ella simplemente le gustaba y disfrutaba hacernos de comer.

—huele estupendo— dije oliendo la comida tan deliciosa que preparaba mi madre

—gracias— expresó con un poco de orgullo asomándose —ve a ducharte ya casi está la cena

Sólo asentí y sin más subí las escaleras que daban a mi habitación, está es de un tamaño aceptable pues no estamos mal económicamente de hecho mi habitación es la más moderada en toda la casa pues no me gustaban las cosas tan exageradas.

Mi habitación estaba pintada de un tono lila, en el centro se encontraba una cama tipo queen size con cobertor color crema con pequeños detalles en plateado y encima de esta se encontraban barios cojines en tonos pasteles azul,rosa y lila. A ambos lados de la cama se encuentran mesitas de noche con lámparas de lava plateadas encima de cada una, al frente de mi cama se encuentra el televisor y unos pocos metros lejos se encuentra mi escritorio con una Mac book pro, algunos libros y lápices.

Dejo la mochila en la silla del escritorio y me dirijo hacia mi cama para sentarme y tomar mi teléfono, unos minutos después lo dejo encima de una de las mesitas de noche y me dirijo a mi baño, una vez allí me despojo de mi uniforme y me doy una ducha caliente y una vez acabado mi periodo de relajación salgo del baño y me pongo algo cómodo, un short blanco de algodón y un crop top Rosa pastel, recojo mi cabello mojado en un moño alto y tomo mi celular para bajar a cenar.

Cuando llego está mi padre en el comedor, Alejandro Brown el dueño de empresas Brown una de las más prestigiosas empresas petroleras del país, es un señor de 47 años de edad, aunque no lo parezca, tiene cabello oscuro y ojos grises, luego está mi detestable hermano James(lo amo) un chico de 18 años, cabello oscuro igual que mi padre y ojos verdes igual que mi madre, estamos en la misma preparatoria pero el esta en su último año y yo en el penúltimo y no podía faltar mi mamá, los tres ya estaban sirviéndose la cena.

—no se vallan a olvidar de mí eh— dije corriendo al comedor y sirviéndome una porción de linguine's  con camarones que preparó mi madre

—es que duras demasiado dani— dice James llevándose un bocado de pasta a la boca

Le rodé los ojos

—Danielle hija querida— dijo mi padre con una sonrisa marcada en su rostro

—hola padre— dije devolviéndole el gesto

Terminamos la cena y me tocó lavar los platos lo que hice rápidamente para terminar una serie que estaba viendo en netflix, pero antes me serviría un vaso de jugo de naranja y subí a mi habitación. Entre en esta y deje el vaso en una de las mesitas y encendí el televisor pero antes de darle play al episodio sonó mi teléfono

—¡¡dani!!—grito mi mejor amiga del otro lado de la línea

Adelaide wells una chica súper alegre y chispeante son las palabras con las que la describo, es hermosa tiene una cabellera rubia ondulada, ojos azules los cuales amo y curvas hermosas, literalmente es perfecta.

—¡¡Ade!!—grite

— ¿qué haces?—preguntó

—iba a ver una serie —respondí tomando un sorbo del jugo

—yo iba a hacer lo mismo— se carcajeó—bueno sólo llame para molestar—siguió riendo

—okey ade ¡Nos vemos mañana!—dije sonriendo

—bye— mando un beso y colgó

Dejé el teléfono en un tono alto para que mi alarma pudiera sonar y proseguí viendo mi serie, sólo alcance a ver 4 capítulos pues el sueño me venció.

pérdidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora