Butterfly ⚝ YM

▪ TRES ▪

—Tierra llamando  a Min YoonGi—varias risitas se escucharon en la mesa, pero el nombrado no se percató.—Parece que la señal no llega al planeta de YoonGi.

—Diablos, Yoongi. ¿En que mierda piensas? —dijo NamJoon golpeando su hombro.

—Ah, no se puede estar un rato en paz con ustedes —respondió mientras cerraba la libreta que tenía sobre sus piernas.

Desde ese día que la encontró, no ha podido dejar de mirar los dibujos y pensar en ese chico.

Ese día se veía tan asustado, y cuando le habló ni siquiera había respondido.

Había estado yendo todas las tardes a esa misma hora de aquel día,  y nada.

Una semana llegando tarde a su trabajo, pensando que vendría mas tarde. Llegó a pensar que era un idiota por estar tan preocupado por alguien que no conocía.

Quizá debería preguntar a los vecinos, no debía de vivir muy lejos de allí.

¿Pero que les diría? ¿Saben donde vive el chico de cabello negro que dibuja?

Oh, que inteligente eres, Yoongi. Pensó. Seguro que hay un solo chico de cabello negro en el barrio.

No sabía que iba a decir o golpearia puerta por puerta esperando que él le atendiera.

Sí, eso haría.

***

—JiMin, debes de comer—el tono de la mujer era de suma preocupación. Hacía una semana que JiMin no le mostraba un dibujo. En la escuela no hablaba, al regresar se acotaba y no quería comer.

Aunque lo obligaba a comer, no quería que se enfermara.

No comprendía que estaba pasando, cuando le preguntaba JiMin no respondía.

—Ya es suficiente —JiMin se asustó y sus ojitos se cristalizaron.—No, no. Lo siento....lo siento tanto, no quise gritarte ¿Sí? Sólo dime que te pasa. Sea lo que sea, no me enojaré.

JiMin aún mantenía su mirada asustada pero se dispuso a hablar:—Y-yo perdí...perdí mi libreta —y comenzó a llorar—ahor-a papá se enojara, y... y yo no quería.

Comenzó a golpearse con su puño y su madre lo envolvió en un abrazo. Recibiendo ella algunos golpes.

—Sh, tranquilo —dijo palmeando su espalda—no llores. Papá no se enojará y yo tampoco. Iremos a comprar otra libreta.

—Pero...

—No pasa nada, JiMin. No quisiste hacerlo—dijo tratando de hacerle entender que no era tan grave—todos cometemos errores.

—¿Segura que papá no se enojará conmigo? —la mujer limpió los restos de lágrimas de sus mejillas y acomodó su cabello.

—Muy segura. No lo hará.—acomodó la comida frente a JiMin—Ahora come todo, que iremos a comprar una nueva libreta.

JiMin terminó de comer todo, más rápido que nunca.

Hoy si saldría a ver las mariposas otra vez, y su papá no se enojaría con él.

***

Había elegido una libreta muy similar a la anterior. Ya que le gustaba mucho.

Su madre estaba en su habitación, y él se encaminó a la puerta con sumo cuidado.