Capitulo 1

775 43 4
                                    

Los parpados parecían pesar el doble y la luz de la habitación solo empeoraba el dolor de  cabeza, lo primero que hizo fue una mueca, seguida de un quejido que llamó la atención de aquella chica de cabello rubio que estaba sentada en una silla a un lado de la cama y descansaba su cabeza en el colchón. La mujer estaba despeinada, sus ojos apagados y sus ojeras aparentaban ser el resultado de meses sin dormir, al verla despierta rápidamente se puso de pié y secó el rastro de unas lagrimas que caían por sus mejillas, la mujer no lloraba, pero se notaba que lo había hecho hace poco tiempo.

-¿Como estás? ¿Te duele algo? -Pregunté. Su voz sonaba apagada, cuidadosa, tomó una profunda respiración antes de mirarla por un segundo, examinándola.- ¿Nada? ¿La cabeza? ¿Te sentis mareada?... Hablame por favor-Le pidio a la mujer que estaba en la cama, quien estaba despierta, pero cerraba sus ojos con fuerza.-

-La ventana, la luz..-Dijo suavemente señalando la ventana que dejaba ver el cielo más celeste que había visto, en otras circunstancias le hubiese encantado verlo, o hasta pintarlo, aunque sea solo una pantalla azul claro sin siquiera una nube, pero no era el momento. Su acompañante se giró y camino hacia la ventana a cerrar las cortinas.

-Mejor?-Preguntó, a lo que ella asintió aun con los ojos cerrados.

-¿Que paso? 

-Bueno... Estábamos en el consultorio, te pusiste pálida, te hiperventilaste, pensé que estabas teniendo un ataque de pánico y después de desvaneciste, así que el doctor te trajo acá...

-Pero por qu¡AY!-Se llevo ambas manos a la cabeza.

-Tranquila, ahora llamo a una enfermera para que te traiga un medicamento.-Se puso de pie camino al otro lado de la cama, donde estaba el botón para llamar a los médicos.- ¿Querés agua mientras?

-¿Cómo llamar...? ¿Vos no sos enfermera?-Le preguntó siguiéndola con la mirada y la rubia se giró a mirarla con una expresión seria.

-¿Hiciste eso para asustarme?-Preguntó riendo incrédula y con amargura.

-¿Que cosa?

-Hacer como que te duele la cabeza, Jazmín. ¿Me estas jodiendo? ¡Me preocupé!-La pelirroja dio un pequeño salto en la cama por el cambio de tono en la voz de su acompañante.

-Calmate  ... No se de que me hablas, dejame que llamo a una enfermera

-Ya llame yo, toque el botón recién-Le respondió mientras pasaba sus manos por su cara, en señal de frustración.

-¿Llamaron a alguien de mi familia o algo?-A esta altura, ni se le ocurría mirarla al hablarle.

-¿Para qué queres que llamen?-Preguntó utilizando toda la paciencia que le quedaba.

-Para decirles que estoy internada acá, es de cajón, siempre se le avisa a alguien.

-Estoy yo acá...

-Pero ¡¿Quien sos vos?!-Preguntó Jazmin, ya alterada.

-Por Dios! Te parece que es momento para jodas? Si esta es tu forma de avanzar, me parece una muy estúpida, realmente. Nunca espere una reaccion como esta y estuve media hora esperando que te despiertes, esperaba poder contenernos pero vos estas haciendo chistes? Me ves con cara de poder soportar eso? Entiendo que estés mal, y yo también, a mi también me duele y me duele mucho. -Tomó aire para calmarse, pero no lo consiguió- Mostrá un poco de seriedad, ya la estamos pasando lo suficientemente mal, hay que ser adultas y jugar a tener alzheimer no es muy maduro, no te parece? 

-Per..

-Cortala, Jazmín.-La interrumpió. 

-¿Qué pasa? Se escuchan los gritos desde afuera.-Dijo Hernan al abrir la puerta de la habitación.- Te despertaste, que bueno-Se dirigió a Jazmín

Cómo olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora