Twenty two

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Desde que recibió aquel mensaje de Cameron no supo nada más de él, realmente lo echaba de menos, pero nunca fue capaz de expresarlo y mucho menos de reconocerlo.

Estaba en casa de Kelsey, celebrando una fiesta como la mayoría de las veces cada viernes por la noche, realmente se aburría ya que todos bailaban con la gente que conocía excepto ella, comencezó a sentirse mal y casi pensó en abandonar la fiesta, de no ser por el camarero que parecía haberle gustado lo suficiente como para no parar de regalarle bebida.

Intentó ponerse en pie como pudo pero sin embargo fracasó en el intento varias veces.

Finalmente optó por quedarse sentada en esa silla hasta que alguna de sus amigas llegara y pudiera llevarla a casa.

Suspiró frustrada pegándole otro trago a su vaso.

— Vaya, no creía que en un cuerpo tan pequeño entrara tanta bebida.

Era la voz del camarero, le sonó rara, y pensó que debía ser causa de la bebida que no para de tomar.

Ella solamente se limitó a sonreírle.

— ¿Cómo te llamas? — preguntó acercándose mucho a ella.

— No te interesa. — Contestó seca.

— A mi me interesaría bastante pasar unas horas contigo...

Vio como aproximaba su mano hacia uno de sus senos, ella se echó hacia atrás a pesar de que no había nada que la sujetara.

El camarero sonrió, pero se esfumó rápidamente al ver algo o alguien detrás de ella.

Ella no sintió nada, salvo el sentimiento de sentirse de nuevo protegida y sujeta a alguien.

— Recuerdo que la primera vez que te vi, también fue con la hermosa imagen de tu trasero.

Ayline reconoció al instante esa voz, era Cameron.

Se giró lentamente hacia él, mirándolo sentada desde su silla, desde donde ella estaba solamente tenía la visión de su abdomen.

Bajó la vista sin saber qué hacer, las manos de Cameron en su barbilla la hicieron mirarlo a los ojos.

— No quiero que me veas de esta manera. — Dijo mientas bajaba de nuevo la mirada.

— ¿Crees que voy a dejarte aquí a manos de este baboso?

— No, mis amigas están por aquí y ya deben de estar terminando.

— Ayline vamos, nos iremos a casa. — Dijo apoyando una mano en su hombro.

— No quiero irme a tu casa, puedo hacer alguna tontería. No sé si lo habrás notado, pero soy más alcohol que persona.

Cameron no dijo nada más, sujetó a Ayline por la cintura y la levantó llevándosela de aquel sitio.

— Vamos a irnos a mi casa digas lo que digas, no pienso dejarte aquí más tiempo.

Ayline comenzó a sentir mucho sueño, tanto que se apoyó en el hombro de Cameron mientras andaba, lo que obligó a este a llevarla en brazos.

— Cameron quiero que sepas que en realidad no estoy enfadada contigo. Te he echado de menos.

Sintió como del pecho de Cameron brotaba una risa.

— Cameron, no me dejes sola por favor. — Fue lo último que susurró antes de no ver más que todo negro.

Camerondallas vía Instagram stories.

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Ayline; Cameron Dallas Instagram Donde viven las historias. Descúbrelo ahora