O8. Cambio.

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A la mañana siguiente, ambas se fueron a sus propias casas no sin antes despedirse con algunos besos y caricias, esos que ahora necesitaban.

Y, joder, la rubia no dejaba de pensar en la mayor, quería tenerla debajo suyo gimiendo su nombre y pidiendo por más todos los días, a cada minuto, a cada segundo.

–Hey, amor, ¿que pasa?–una dulce voz interrumpió los sucios pensamientos de la empresaria quién gruñó por aquello y negó volviendo a su plato de fideos que estaba enfrente de ella.

–Ugh, no es nada cielito, es solo el trabajo de mierda.–soltó sin más sin sentir alguna culpa por la gran mentira que acababa de decir.

–Ay, cariño...–la contraria llevó una de sus manos una de las contrarias para así entrelazar aquellos dedos mientras le regalaba una sonrisa cálida intentando transmitirle confianza.–... por lo que sea que estés pasando, deberías relajarte un momento y dormir por las noches, tal vez eso es lo que te esta haciendo mal.-respondió con dulzura haciendo que la mayor sintiera un gran sentimiento de culpa en su ser.

–S-sí, tal vez sea por eso...–respondió la rubia mordiendo su labio inferior.

Su teléfono vibró al recibir un mensaje de su amiga.

Nayeon❀:

estoy lista para esta noche, cariño

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estoy lista para esta noche,
cariño.~

La rubia mordió con fuerza su labio provocando la preocupación inmediata de su esposa la cual se exaltó un poco al ver como su labio se ponía rojo.

–¿E-estas bien?–preguntó con temor levantándose de su silla.

Y la voz de su contraria la saco de sus pensamientos más impuros, ella asintió y le regaló una pequeña sonrisa.

–Sí amor, permíteme un momento.–comentó la rubia saliendo de aquella pieza entrando ahora a su habitación para poder gruñir en voz baja.

Momori✧:

estas provocándome, yeon.

Nayeon❀:

pero dígame, ¿le gusta?

Momori✧:

demasiado, como no tienes idea.

[...]

Las manos frías de la menor se adentraron por debajo de aquel buzo color rosado que portaba la pelinegra mientras que ambos labios no se despegaban por nada en el mundo.

Hirai empujaba a la mayor hasta la cama y en el momento en que la dejó allí sacó con rapidez aquellas telas que tanto le molestaban dejándola con su brasier del mismo tono que su buzo. Con cuidado retiró dicha lencería y procedió a juguetear un poco con su lengua los pechos contrarios.

–Hirai~.–jadeó la pelinegra mientras arqueaba de a poco su espalda cada que la menor mordía parte de su carne.

El tiempo pasó y las prendas fueron retiradas dejando a ambas chicas completamente desnudas y con un gran calor en sus cuerpos. Una de las manos de la menor bajó hasta llegar a las partes íntimas de su actual amante y cómplice de sus deseos sexuales introduciendo uno de sus dedos haciendo temblar a la chica debajo de ella.

Conforme pasaba el rato, la rubia incremento sus movimientos e introdujo otros dos dedos más adentro de la mayor provocando que sus gemidos salieran algo agudos y sonoros por toda la habitación. Al sentir que su amante ya estaba preparada sonrió maliciosa, estaba ansiosa por probar aquellos juguetes sexuales que había comprado antes de venir acá.

La empresaria compró un consolador de juguete color morado fuerte, algo largo a decir verdad, pero castigaría a su pequeña por hacerle excitar de esa manera tan temprano.

Un gemido alto y agudo salió de los labios de la mayor haciendo que arqueara su espalda provocándole espasmos grandes en esta gracias a que la rubia introdució el dildo de juguete dentro de la mayor. Introducía y sacaba aquel juguete sexual de la parte íntima de su amante la cuál no paraba de gemir ante tan placentero acto. Dejó el dildo morado dentro de la mayor y comenzó a darle vueltas dentro de ella causando que esta se retorciera de placer debajo de la rubia.

Y, para finalizar su deliciosa tortura decidió comenzar a chupar los pezones de la pelinegra, a veces mordiéndolos o solo jugando con ellos con su lengua.

–M-me veng-go, ¡mgh!–advirtió la mayor apretando las sábanas blancas de la cama en dónde ambas estaban con mucha más fuerza mientras que la rubia retiró aquél juguete sexual y lo reemplazo con sus dedos metiéndolos y sacándolos con fuerza para después tocar con uno de sus dedos el punto "g" y, casi al instante, sintió como su amante se venía en aquella mano suya.

Retiró su mano de dónde estaba y se recostó a su lado, rodeando la cintura impropia con sus brazos.

–¿Estas cansada, preciosa?–preguntó la empresaria sobre el cuello de la contraria y la pelinegra solo se limitó a asentir provocándole una pequeña risita a la menor.–Venga, vamos a dormir un rato.–propuso y la rubia cubrió ambos cuerpos con una de las sábanas que habían por ahí para después volver a acomodarse y quedarse dormida por completo junto con Nayeon.

🐇

bueno, ahí tienen el porno del año.

sí, ya sé. prometí actualizar mucho en navidad y esas cosas pero bueno, tengo estados de ánimo incomprensibles y raros para los demás así qué, bien, espero que les guste este capítulo con yuri como muchxs querían.

también a quedado como la mierda, lo sé, pero es prácticamente mi primera vez escribiendo girlxgirl, espero puedan comprender. ♡

y eso, feliz navidad atrasada y feliz año nuevo a todxs, espero que la hayan pasado bien con todos sus seres queridos.

¡lxs amo! ♡

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