Miró de reojo para atrás y allí seguía, aquel zapatito de cristal que había dejado a posta allí con la esperanza de que su príncipe lo viese.
Con ese pensamiento en mente y los ojos cristalinos escuchó a la lejanía como unas grandes campanas dejaban oír su estruendoso sonido, ya eran las doce y ella seguía allí, condenada a esperar en silencio por la felicidad que quizás nunca llegaría...
PD: ;-;
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Inazuma Eleven Random
De TodoSimples imágenes divertidas que encontrare y pensé que les gustaría ver.