Las luces de las calles la hacen ver más bonita. Ese tenue reflejo sobre ella la hace ver aún más mágica de lo que ya es.
Su sonrisa cobra vida con solo pisar la calle y ver que todo ha tomado ese espíritu navideño que tanto le apasiona.
Ha vuelto a ella esa ilusión típica de una niña y sin razón aparente se la ve feliz. Esa felicidad me la contagia. Ojalá pudiera hacer que esta época durará todo el año solo por verla así cada día.
No me suelta, aprieta mi mano cada vez que ve algo que le llama la atención y emocionada me dice: "¡Mira cariño!". Mientras tira de mi acercándose a ello.
Me encanta pasear junto a ella bajo estas noches tan frías. Ella adora el frío y yo... Bueno, no lo soporto, pero empieza a gustarme ahora que ella está en mi vida porque hace que la tenga aún más cerca cuando busca mi calor con cada abrazo.
Es Navidad y a mi no es que me haga la misma ilusión que a ella, pero esta vez está siendo diferente.
ESTÁS LEYENDO
Con los ojos que él me mira
PoesíaEstá historia que estás a punto de empezar, se trata de una composición de microrelatos y frases basadas en un amor real. Algo que va más allá de lo físico y material.