Palabras no hay para describir
tu perfección, palabras no quedan
para agradecer toda la ayuda que me
has brindado.
¿Palabras? nunca necesitaste de palabras para alegrarme el día, con una sonrisa, hiciste que mi mundo se iluminara con la luz que irradias.
Mi único y gran deseo, es que nunca dejes que nadie apague el brillo de tus ojos, ya que son capaces de iluminar hasta el más oscuro corazón y soy testigo de eso, soy testigo de la luz.
Gracias por las risas que me sacaste con tus ocurrencias repentinas, gracias por escucharme aún cuando sentía que nadie lo hacía, gracias por aceptarme tal y como soy.Y como ya anteriormente dije, palabras no quedan para agradecer lo mucho que hiciste por mí.