Agradezco al cielo por permitir que tú estés aquí, a mi lado y del lado de quienes más te quieren.
Eres alguien especial en mi vida, y quisiera que nunca olvides eso. Quisiera que nunca olvides que puedes contar conmigo para todo lo que necesites, que en mí siempre habrá un hombro en el que puedas desahogar todas tus penas.
Siempre estaré dispuesto para escucharte día y noche, sin cansarme. Y juntos podamos buscar una solución, porque para eso estamos los amigos, ¿no?