Cap.33

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Por fin a terminado Noviembre, se podía apreciar la nieve caer y estar sobre los árboles y los tejados de las casas, los lagos estaban congelados por lo que algunas personas iban a patinar.

El rubio salia de su casa; un abrigo, un gorro y una bufanda, eran su vestimenta de esa tarde fría. Se dirigía al parque, lo único malo para él era que muchas parejas van muy seguido por estas fechas.

Estaba algo deprimido y cansado, su novio no había venido a pasar su tercer mes, su madre parecía un mar de lágrimas al enterarse de la relación de Minato y el Uchiha, el menor ya no sabía que hacer.

Al llegar al parque se sentó en una banca y empezó a ver el paisaje que la naturaleza le daba, se mantenía simplemente a pensar en como resolver el problema con sus padres. Su celular comenzó a sonar así que lo sacó de la bolsa de su abrigo y contestó.

—¿Qué sucede Sakura?

—Gaara quiere saber si vas a venir o no, ¿qué le digo?

—¿A donde voy a ir?—

—Naruto... Dijiste que hoy nos acompañarías por el traje de Gaara y mi vestido para el baile de navidad.

—Oh, cierto, ¿donde están?

—Pues en el centro comercial, apurate si es que vas a venir.

—Ahorita ya voy, los veo allá...— el rubio colgó la llamada y salió corriendo hacia el centro comercial.

Lo había olvidado, le prometió a Gaara y a Sakura que los acompañaría por las cosas del baile, sí, un baile.

No tenía mucho que les habían avisado. Cuando lo escucharon, todas las niñas gritaron y se emocionaron; en la escuela lo único que se escuchaba eran las platicas de las chicas diciendo de que color seria su vestido o sus zapatos.

Al entrar al lugar pudo visualizar a sus dos amigos esperándolo. Se acercó a ellos y cuando vio, su amiga ya lo llevaba arrastrando de una tienda a otra.

Al final la chica se compró un vestido rosa pastel y unas zapatillas blancas, ahora solo faltaban los chicos. El rubio al principio se rehúso, pero después de unas palabras de su amiga decidió comprarlo.

Ambos chicos se decidieron por un traje negro, lo que se podría decir como un traje tradicional, ambos se veían bien, así que al final lo compraron.

En un momento les dio hambre, así que se fueron a un tipo restaurante y pidieron lo que se iban a comer. Toda la tarde se la pasaron en el centro comercial, al rubio en ese tiempo se le borraron de su cabeza aquellos problemas que tenía.

Al regresar a su casa, el rubio no encontró a sus padres, eso le pareció bien ya que en estos momentos no le apetecía escuchar aquellos problemas.

No estaba en contra de su padre ni de su madre, sabía que su madre estaba sufriendo. Los dos rubios habían estado ideando un plan para decirle a Kushina, pero ella se enteró antes, de la forma más horrible o más cruel posible.

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Era domingo y había ido a la empresa con mi padre, ya que el Sr. Uchiha hablaría conmigo.

Al llegar a la oficina de mi padre, toque la puerta y no entré hasta que escuche un pase así que entré.
Al estar ya dentro vi a mi padre sentado en su escritorio y al Sr. Uchiha sentado sobre uno de los sillones que daban hacia la pequeña mesa, ahí habían varios papeles esparcidos.

Me acerqué a mi padre para saludarlo y luego me jaló para que me fuera a sentar sobre el otro sillón, luego jalo al Sr. Uchiha hacia el sofá, y mi padre se sentó a lado de él.

La verdad mi padre se veía bastante alegre por la situación que había en estos momentos.

—Okey, comiencen a hablar— dijo Minato, sonriente.

—Ah, bueno...

—No sabes que preguntar, ¿cierto?— el Uchiha lo vio serio.

—La verdad no...

—A ver... ¿qué podría interesarte?

—¿Qué edad tiene?— soltó de repente el menor.

—¿De cuantos me veo?

—Como de... Cincuenta.

—¿Cin-cincueta?

—Jajaja...— Minato soltó una gran risa.

Nos pasamos la tarde platicando y riendo, era divertido estar con ellos, cada vez que el Sr. Uchiha platicaba de él y mi padre, a este se le iluminaban sus ojos.

—Entonces... ¿Cuando le entregaras el documento a mi mamá para que lo firme?

—Pronto, y cuando lo firme seré más feliz. Claro, más ahora que mi hijo y futuro esposo se llevan bien.

—¿Esposo?— mi padre asintió —Bueno si se casan, sería genial que me adopten, jajaja.

—Estaría bien, pero pasarías a tener el apellido Uchiha y te verían como el hermano de Sasuke y ya no podrías casarte con él.

—Pero yo... Yo no... Yo sólo... Este— se puso nervioso.

—Tranquilo, no quiero que me odies por decir algo que es verdad, y menos ahora que ya estas de acuerdo con nuestra relación.

—¿Relación?

La puerta fue abierta y se dejó ver a mi madre con lágrimas en los ojos.

—Ku-Kushina.

—¿Divorcio? ¿Adopción? ¿Uchiha?

—Fugaku, ¿puedes llevarte a Naru?— habló el rubio mayor.

—Claro...— se levantó del sofá y me agarró del brazo para luego jalarme fuera de la oficina de mi padre.

Nos acercamos al elevador y bajamos hasta el estacionamiento, seguí al Sr. Uchiha hasta llegar a un auto negro al cual me dijo que subiera.

Después de que subí, el subió y arrancó el auto. Estuvimos en silencio durante todo el recorrido hasta que llegamos a mi casa, bajé del auto y entré a mi hogar, por la ventana observé como el auto se iba.

De ahí solo hubieron más problemas.

No Te Vayas!!-Sasunaru ~[EDITANDO]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora