One Love, One Heart.

Epílogo

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I decided to give him my heart,
for him to know he could make my heart beat.
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Entre lágrimas, tomé fuertemente su mano, tratando de transmitirle todo mi amor y apoyo, buscando desesperadamente algunas palabras de aliento, algo que lo calmara, algo para asegurarle que todo estaría bien, que saldríamos de ésta.
Pero lo único que encontraba dentro de éstas frías y blancas paredes era dolor, sufrimiento y a la mismísima Muerte, rondando por los pasillos de éste deprimente hospital, burlándose de las personas que con lagrimas en los ojos, han estado sentados en una incómoda silla, esperando buenas noticias, y esperando poder regresar a casa con esa persona sana y salva, piden que un milagro los ilumine, mientras La Muerte, les sonríe con malicia y finalmente les quita lo mas preciado que tienen, dejando así a personas con un sufrimiento interminable, con noches de llanto imparable y pensando que es la muerte la culpable, cuando en realidad, es la Vida la que soltó su mano, la que lo abandonó.
Buscaba decirle que todo estaría bien.

Pero nuestra realidad era muy distinta. Y es aquí donde nuestra historia comienza.

Si, todos vamos a morir algún día.
Todos vamos a morir, ya sea hoy, mañana o en 60 años, vamos a morir, y desgraciadamente, no tenemos poder o mando sobre aquello., o probablemente sí.
Todos vamos a morir, ya sea por causa natural o edad, cometiendo suicidio, siendo víctima de homicidio, o incluso enfermedad, vamos a morir. Y tampoco tenemos poder o mando sobre aquello, o probablemente sí.
Todos vamos a morir, ya sea plenos, completos, desdichados, tristes o felices, vamos a morir. Y es aquí donde tenemos completo poder y mando. Donde decidimos si queremos morir sabiendo que hicimos algo que amamos y deseamos o si decimos morir con las ganas de probar, de sentir y de vivir.
Y es aquí donde entro yo. Donde trato de salvar la vida de alguien por que por más que lo intente, sé que nada ni nadie puede salvar la mía.

Voltée para encontrarme con su hermoso perfil, sus ojos, nariz y labios, rojos por el llanto, su pecho sacudiéndose con fuerza y las lagrimas mojando sin frenar a sus sonrojadas mejillas. Esos ojos que siempre me resultaron increíblemente bellos, con ese tono verde grisáceo que pronto se convirtió en mi color favorito, ahora estaban opacos, sin brillo y no reflejaban nada, mas que un vacío y dolor. Fue ahí donde quise poner fin a ese sufrimiento. Donde quise que viviera su vida al máximo ahora que tenía los días contados.

Y yo, An Carsey, moriría por hacerlo vivir.

-¿Esque no lo entiendes?- preguntó susurrando y con la voz increíblemente ronca. -Moriré An, moriré.-

-¡Ya basta Ed!- dije al borde de las lágrimas. -mírame.- le dije, pero el estaba negando con la cabeza, viendo hacia el suelo. -Ed, mírame.- dije tomando su rostro entre mis manos. - estás aquí, hoy y ahora, conmigo. - dije mirándolo a los ojos. - y yo estoy aquí, hoy y ahora, contigo. -dije en voz baja, juntando nuestras frentes. - y prometo que no me iré de tu lado. -
-An, voy a morir. - dijo con voz apenas audible. - mi corazón dejará de latir en cualquier momento y dejará el tuyo hecho pedazos y...-
-Y cuando tu corazón deje de latir,- dije interrumpiéndolo y colocando mi mano en su pecho, donde está su corazón. - te daré el mió, Ed. Pero prométeme que lo dejarás latir y lo dejarás amar. -hice una pequeña pausa antes de hablar.- Ed, te entregaré mi corazón, pero por favor, prométeme... que seguirá latiendo, aunque yo no esté aquí. Y seguirás amando, aunque no sea a mí.-

NOTA:
Hola a tod@s, bueno, como podrán ver, ésta es mi primer historia y soy completamente nueva en esto de la escritura.
Ésta idea la tuve en mente por mucho tiempo y estuve buscando la manera de expresarla y ésto fue lo que salió.
Espero que les haya gustado y no olviden votar y comentar, y si veo que les gusta, me impulsaría y talvez siga escribiendo.
Gracias, y besos.