"Anar e Ithil: El Sol y la Luna"

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Hay historias que nadie recuerda, historias que los elfos ya han olvidado y esta es una de esas...

Hace muchos años, cuando el Sol y la Luna ahora se levantaban sobre el cielo de Arda el corazón de un Maia se enterneció ante la historia de un amor prohibido. Se dice que un Príncipe elfo de un reino ya olvidado se había quedado perdidamente enamorado de una bella joven de cabellos como el oro y ojos tan azules como el mar. Pero para desgracia de ambos ella era una humana y el tiempo era una sombra de la que ella no se podía esconder, y ambos sabían que algún día esa sombra la atraparía llevándola a un destino que él no podía seguir.

Cuando los reyes se enteraron de los sentimientos que le profesaba su hijo a aquella mortal ellos se indignaron ante la idea de que su primogénito se casara con una simple humana, manchando el linaje de su casa con una nueva raza impura entonces le impidieron volver a verla, amenazándolo de que si no obedecía las reglas que ellos imponían acabarían con la vida de su amada.

Sin embargo el amor de ambos jóvenes era tan fuerte que se negaban a separarse el uno del otro aunque eso le costara la vida a uno de ellos, sus visitas por lo regular eran en el bosque donde se ocultaban entre las sombra de los frondosos árboles a mitad de la noche cuando los únicos sonidos que se escuchaban en el ambiente eran los pequeños animales que se encontraban a su alrededor y la luz de la luna se colaba entre las hojas de los árboles para iluminar su cara.

Tilion, el maiar encargado de conducir a Ithil (la Luna) se conmovió ante la actitud de los amantes y el sentimiento de tristeza que compartía al no poder estar con su amada Arien quien se encargaba de conducir a Anar (el Sol) a excepción de aquellas escasas veces en las que lograba llevar a Ithil donde se encontraba Anar para tener unos minutos juntos para profesar su amor, entonces Tilion comprendió que las lágrimas que derramaban el Príncipe elfo y la doncella cuando se despedían eran iguales que las que él y Arien derramaban cuando se despedían.

Un día en donde Tilion y Arien por fin estaban juntos el Maia le comento a su amada aquella historia que veía día con día cuando surcaba el cielo conduciendo a Ithil y ambos acordaron ayudar a la joven pareja para que no sufrieran el destino que ellos estaban condenados a seguir.

Sin embargo, cuando Tilion se marchó dejando a Arien haciendo su labor ella se percató de que en un lugar del bosque un apuesto joven lloraba sobre el pecho de su amada sin vida y de que las amenazas de la familia del Príncipe por fin se habían convertido en acciones. El Príncipe le suplico a la maia que le devolviera a su amada, pero aquello era una petición que ella no podía cumplir.

Entonces Arien llevo a la doncella con ella para que montaran juntas a Anar para que la doncella cada mañana al montar el Sol toque el rostro de su Príncipe.

Y se dice que su amor perdurará hasta que Anar se apague.

Muchos dicen que algunas ocasiones Tilion lleva al Príncipe con Anar para que así ambos estén con su amada aunque sea solo unos minutos formando un eclipse como prueba del amor de ambas parejas.



Querida alexandraJlife :

Un Rincón de Tierra Media te desea una feliz navidad en  compañía de tus seres queridos, es para nosotros un placer escribirte un pequeño detalle en alusión a estas fechas tan emotivas y esperamos que el escrito sea de tu agrado.

¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!

El Príncipe y la DoncellaWhere stories live. Discover now