PR ÓLOGO

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Disclaimer:

Este fanfic está basado en el manga/anime "My hero academia" tanto la obra como los personajes mostrados aquí son propiedad de Horikoshi Kōehi.

El término "Hanahaki" tampoco me pertenece, este es propiedad de Naoko Matsuda presentado en su obra "Hanahaki otome".

"La enfermedad de Hanahaki es una enfermedad nacida de un amor unilateral o mal correspondido, donde el paciente lanza y tose pétalos de flores cuando sufren un amor unilateral

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"La enfermedad de Hanahaki es una enfermedad nacida de un amor unilateral o mal correspondido, donde el paciente lanza y tose pétalos de flores cuando sufren un amor unilateral.

La infección puede ser eliminada a través de la cirugía, pero los sentimientos desaparecen junto con los pétalos"

Recordaba haber leído aquello unos meses atrás, su razón, uno de los tantos héroes que seguía había sido hospitalizado, "hanahaki" fue la enfermedad diagnosticada, él a diferencia de la prensa se quedo extrañado, ¿qué era aquella enfermedad y por qué había tanto pánico al rededor de ella?.

Lo que él nunca esperó fue que la viviría en carne y hueso.

...

Sintió un ardor insoportable en la garganta y nariz, era como si quemara, con desesperación apretó la zona baja del abdomen al sentir asco, dio algunas arcadas antes de tomar posición de rodillas inclinando la cabeza hacia abajo, sintió algo escurrirse por su garganta mientras que se atoraba causándole una fuerte tos, fue entonces que expulsó a aquello, y miro con horror que no era vomito, eran pétalos...

—No—El pecoso haló sus cabellos verdosos con desesperación al mismo ritmo que murmuraba, algunos pétalos amarillos aún salían de su boca quedando pegados en su barbilla por la saliva antes expulsada.

—No estoy enfermo—Trato de convencerse a sí mismo de que sólo era una coincidencia que aquello pasara, quería creer que sólo duraría un día, quería evadir tantas cosas que aún rechazaba.

Mientras luchaba contra su dura realidad, algunas lágrimas no dudaron en correr libres por sus mejillas cual cascada, un ligero hipo se convino con la fuerte y repentina tos que causaba al expulsar aquellas piezas de flores, se llevó una mano a la garganta en síntoma de asfixia, cada vez era menos posible el respirar.

—Oye tú, ¿estás bien?—Una voz masculina interrumpió aquel remolino de pensamientos y terrible sentir, de alguna forma esa sensación de no poder respirar se había disipado, pero, eso no retiraba el hecho de que era algo difícil hacerlo.El desconocido al no recibir respuesta tomó su hombro de forma amistosa dirigiendo una mirada preocupada, sin deseos de amenaza haló aquel hombro que había tomado para darle la vuelta.

El rojo chocó contra el verde, aquel choque duro unos segundos, como si hubiera una competencia silenciosa por ver quien de los dos retiraba su vista primero, lucha que el pelinegro perdió tras pasar sus iris a la boca de aquel chico.

Victoria pírricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora