Lenna.
Luego del incidente en la mañana, Lenna jugaba con un lápiz en su escritorio mientras su profesora de matemáticas daba la clase. Entendía la clase, la entendía perfectamente porque siempre estudiaba en casa (puesto que no tenía amigos para salir y divertirse) así que no le ponía mucha atención a la profesora.
– Lenna.- su profesora llamó su atención al darse cuenta que estaba girando su lápiz en el escritorio.- ya que estás muy atenta a la clase, ven a resolver el ejercicio.
Mientras caminaba al frente, escuchaba los murmullos de sus compañeros, posiblemente diciendo entre ellos que, para la nerd del salón, todo era sencillo y que lo resolvería sin problemas para presumir.
Con la tiza en la mano y sabiendo que la respuesta era 29, Lenna se quedó pensando en si realmente debia escribir eso, después de todo, sólo recibiría más odio de los que un día fueron sus amigos. El ruido de la tiza hacía que su corazón palpitara más rápido de lo normal, ¿estaba haciendo lo correcto? Volvió a su asiento, sintiendo la mirada de algunos y escuchando la risa de otros.
– Lenna.- la voz de su profesora sonó como la peor melodía, dañaba sus oídos y quería taparlos para no seguir escuchando.- Esa no es la respuesta.
No miró a nadie, sólo estaba atenta a los comentarios. ¿Y si con eso dejaban de molestarla? ¿Y si tal vez no siendo tan lista volvía a tener amigos? En su mente, la idea de volver a tener amigos sonaba muy bien y una sonrisa quería escaparse pensando que lo había hecho bien al escribir mal la respuesta. Sin embargo, todo se esfumó al primer comentario de un chico.
– Al parecer no es tan lista.
La risa de todos le encogió el corazón, aquello no había sonado bien y no entendía por qué su idea no había funcionado. Quería llorar. Quería salir corriendo de ese lugar. Quería volver al pasado y nunca haber sobresalido por sus notas y ser buena en los deportes.
Olivia.
Después de media hora de clases, ya estaba aburrida del profesor hablando y llenando la pizarra con números. Pidió permiso para ir al baño, sintiendo la mirada de sus compañeros. Aunque en realidad no le importaba.
Caminaba lentamente por los pasillos, mirando de vez en cuando los carteles pegados en la pared, deteniéndose unos segundos para leerlos. Cuando llegó al baño, encendió el lavamanos y tomó jabón líquido. Todo el vello de su cuerpo se erizó al escuchar un llanto proveniente de uno de los baños. ¿Prodía ser esto una mezcla de todas las películas de terror que había visto? ¿Qué seguía después? ¿Que saliera sangre en lugar de agua? Terminó de lavar sus manos y salió corriendo de ese lugar. Se quedó espiando el baño desde un lugar "seguro" y se llevó una sorpresa al ver que la chica que salió minutos después era la misma chica que había visto en la mañana. Sintió duda y algo en su pecho le molestó cuando vio lo roja que estaba su cara y lo hinchado que se veían sus ojos.
«¿Quién podría ser capaz de hacer llorar a alguien tan bonita?» Pensaba la pequeña Olivia mirando desde su escondite.
Mientras volvía a su salón, pensaba que tal vez tuvo que preguntarle a esa chica lo que le pasaba, aunque al verla un poco más cerca se dio cuenta que esa chica parecía mayor y más alta, pensaba que los chicos mayores tenían mas felicidad por tener más libertad, o al menos eso había notado en sus primos.
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– Luego entraste al mundo de los adultos y te diste cuenta que es horrible crecer, ¿no? - Lenna observaba fijamente a Olivia, con una pequeña sonrisa que expresaba mas bien nostalgia.– Y qué miedo Oliv, me espías desde pequeña.– Cállate, es tu culpa por asustarme.
_________________________________Pasaron dos meses, Olivia al fin había hecho amigos, por fin encontró a otros chicos que preferían quedarse en el salón y no salir a jugar en los descansos.
Chris era alto, de cabello negro y piel blanca, usaba gafas y le encantaba leer. Neil era un poco más bajo que Chris, era de piel morena y cabello castaño oscuro, era el mejor amigo de Chris desde la infancia. Por último, Ginger, una pelirroja un poco más pequeña que Olivia, tenía pecas por todo el rostro y sus ojos eran de un verde muy claro. Los tres entendía el concepto de diversión como estar tranquilos en casa viendo tv o jugando, no les gustaba salir y correr por el parque o el patio de la escuela.
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– ¿Ginger es Amy?- preguntó el castaño tras escuchar la descripción.– Amy seguramente no había nacido.- se burló Lenna.
– Supéralo Lenna, sólo son 5 años de diferencia.- respondió Olivia un poco enojada.
– ¿Tienes 25 años, Amy?
– Sí... No nos llevamos muchos años de diferencia.
– Frank, es de mala educación preguntarle la edad a una mujer.
– Te ofenderá a ti que tienes 40 años.
– ¡Oye! Tengo 33, y soy tu jefa así que cuida tus palabras si no quieres que te despida.
– Cuidi tis pilibris si ni quiris qui ti dispidi
La risa de Amy llamó la atención de los tres, haciendo que todos rieran por un momento.
Frank llevaba muchos años trabajando con Lenna. Para Lenna, Frank era más que un empleado, sabía que no podía llevar una empresa internacional sin su ayuda.
———————————————Lenna.
Para Lenna, las cosas se habían vuelto incluso peor y ahora sentía cierta vergüenza de haber respondido mal aquel ejercicio. Sus notas seguían igual, pero su autoestima estaba por los suelos. Solía llegar a casa y pasar todo el día en su cuarto. Sus dos hermanos mayores pasaban la mayor parte del tiempo en el instituto o saliendo con sus amigos. Nadie de su familia pudo notar, en los últimos dos años, que algo sucedía con Lenna.
Y en la escuela, a sus profesores sólo les importaba que mantuviera buenas notas.
Lenna se sentía sola en su casa y en la escuela. A veces el bullying no es sólo agresión física o verbal, también lo es la exclusión o el rechazo por ser diferente.
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Feliz Navidad Atrasada <3
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IT'S OVER?
Teen FictionEsta historia no es apta para homófobos, si en cambio te gusta el género chicaXchica espero que esta historia sea de tu total agrado. La imagen de la portada es de un manga/manhwa/cómic/historieta llamado "Tamen De Gushi" o "Their Story" (recomenda...