Capítulo Dos

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Hoseok

Me senté en la primera silla que encontré, en una mesa con cuatro asientos en la que dos chicos jugaban una partida de ajedrez con un tablero de viaje. Parecían muy concentrados, enfrascados en su propio mundo. Suspire y añadí el cereal toda la leche del cartón en lugar de buscar la proporción justa. Las bolitas se quedaron flotando, cabeceando en medio del líquido como botes salvavidas vacíos.

-Hola, soy Anna. ¿Eres nuevo?-me preguntó una chica mientras se sentaba a mi lado. Su sonrisa era amistosa, pero esa combinación de pecas, cola de caballo y dientes grandes me hizo sospechar que había pasado buena parte de su vida entre caballos.

-Primer día-asentí.

-Esto te va a encantar-me prometió-.¿En qué residencia éstas?

-¿En la número seis?-titubeé

-¡Igual que John!-exclamó, como si fuera la mayor coincidencia del mundo-.Es mi novio;llegara enseguida. Hoy la fila avanza a paso de tortuga.

Me había equivocado de mesa. Lo supe entonces, en cuanto a la chica me presentó a John, un chico devastado por el acné, y a Tim y a Chris, los dos jugadores de ajedrez, que no estaban solos, como yo había supuesto erróneamente, sino esperando sus amigos.

-¿De verdad vas a comerte todo eso?-me preguntó John mirando mi bandeja.

-Es una broma-expliqué animado-. La nutricionista dijo...

-Us, será mejor que no la hagas enojar-me advirtió Anna-. Te pondrá una falta, y si acumulas tres en un mismo mes, te prohibirán asistir al evento.

-El evento-pregunté.

-¿Tu guía no te explicó nada?-se extraño la chica.

-La verdad es que no-repuse yo, sin entrar en detalles.

-Ah, verás, cada mes se organiza una actividad especial-aclaró.

-Creo que este mes sera baile en linea-apuntó John, sin ningún entusiasmo.

Resoplé con desdén. Ahora entendía porque TaeHyung había hecho rabiar a la nutricionista. Yo había supuesto que la castigaría en con horas de estudio, tareas extra o cualquier otro castigo típico, no que la dispensarían de hacer el ridículo al ritmo de Cotton- Eye Joe. Además Suga me había aclarado que el sólo se metía en los líos cuando quería.

Entusiasmada, Anna procedió a describir en que consistía el baile en línea, por si yo aún no tenía del todo claro que preferiría mil veces ir al dentista. Sonreí y asentí, pensando al mismo tiempo que habría dado cualquier cosa por poder desayunar en paz. Pero era yo quien estaba sentado en su mesa y ellos solo estaban siendo amables.

Y, por horribles que fueran, podría haber escogido una mesa aún peor si cabe, a juzgar por lo que veía a mi alrededor. El grupo de mi izquierda estaba como alelado, y yo no estaba seguro de sí sólo eran zombis matutinos o si su mirada vidriosa era permanente. Y, a mi derecha, había una mesa de chicas dedicadas a fulminar con la mirada sus huevos revueltos como para dejar bien en claro que ya no se "hablaban".

Eché un vistazo al fondo de comedor hacia la mesa de Suga y TaeHyung. Emanaba alguna energía magnética que se percibía incluso desde la periferia, donde se encontraba mi asiento.
No sabía cómo etiquetarlos; la clásica jerarquía social de las escuelas no se aplican en un centro como Slowden. Eran cuatro y se reían hasta por los codos. Suga había pinchado la salchicha con el tenedor y sosteniéndola a modo de batuta la agitaba lenta y deliberadamente.

A mi lado, Anna empezó a toser. Tomó la primera servilleta que vio para taparse la boca.

-Perdón-se disculpó.- El jugo de naranja tiene pulpa.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2017 ⏰

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