Capítulo 1

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Dano llevaba un rato ya en la barra del bar sin poder emborracharse. Su mejor amigo y pareja los últimos cinco años acababa de terminar con él porque al parecer había encontrado a alguien más. Un detective de homicidios del trabajo.

Maya, su ex, era un médico forense de treinta años con cara de niño que había sido su mejor amigo desde la universidad y se había hecho su pareja en los últimos años. Nunca habían tenido diferencias, congeniaban bien y había creído que lo suyo iba perfectamente bien, apenas una semana atrás era que todo había comenzado a ser extraño, aún así no creyó que la situación fuera tan grave como para que se romper.

-¿Qué tiene él que no tenga yo?- le preguntó al barman que le dirigió una sonrisa comprensiva.

-Seguro que nada- le respondió aunque no tenía idea de qué hablaba.

Dano se observó en los espejos tras los estantes de la barra. Él era un abogado de éxito, tenía los ojos azules como el cielo en un día soleado y el cabello rubio cenizo siempre engomado y perfecto. Sus trajes eran siempre impecables y las mujeres hacían fila para hablar con él, no se había sentido jamás inferior a alguien, ¿cómo era posible que le hubiesen arrebatado a su amante sin siquiera poder haber dado pelea?

-Quizá perdiste tu encanto, Dano- murmuró tristemente. ¿Sería posible que se hubiese convertido en alguno de esos abogados estirados que nadie soportaba?- ¿soy desagradable?- preguntó de nuevo al barman. Éste soltó una discreta risita.

-A mí me agrada- le respondió. Y no era mentira, Dano era cliente de aquel bar y a menudo dejaba buenas propinas, además siempre era educado y agradable, la sonrisa nunca faltaba en su rostro. Verlo en aquel lamentable estado de ánimo era sin duda una novedad.

-¿Sabes?- Dano lo señaló ya ligeramente borracho- Eres bueno en tu trabajo-. Aseguró y el barman asintió, aunque Dano continuó- estoy seguro que estoy siendo un maldito palo en el culo ahora mismo- asintió en entendimiento de sí mismo- pero aún dices que te agrado y sonríes- asintió varias veces y se tomó su trago de golpe- eres todo un profesional- mientras sacaba su cartera y dejaba 20 dólares en la barra- toma esto para ti, nunca cambies- le pidió y el sujeto soltó una risita y tomó el billete.

-Quien sea que le haya dejado seguro se arrepentirá- le aseguró antes de alejarse para atender a alguien más, Dano dudaba que algún día Maya se arrepintiera de nada, conocía a su amigo, había dado aquel paso solo porque estaba plenamente seguro de lo que hacía. Así era él, decisivo y honrado, una vez que daba un paso adelante nunca miraba atrás de nuevo.

-Quedé atrás- murmuró abatido. Un rato después el barman volvió y colocó un trago frente a él, Dano lo vio y suspiró-. Gracias amigo- antes de que el barman pudiese decir nada tomó el vaso y bebió el contenido de golpe- mmm, sabe bien ¿qué es esto?- preguntó viendo el recipiente vacío- dame otro-. Ya que su vida amorosa era un asco al menos podía permitirse un buen trago.

La Mordida del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora