¡Sálveme, hyung! | YoonMin One-Shot

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—¡Es el plan perfecto, JiMinie!

—TaeHyungie... yo de verdad no–

—"No", ¡nada!, hace un rato dijiste que querías hacerlo. Ha sido tu idea.

—N–No lo había dicho en serio.

—Pues, ahora sí hablamos en serio. Míralo allí. —dijo TaeHyung dándole la vuelta al mayor en dirección a aquella zona en especial donde siempre se encontraba el –al parecer– amor de la vida del pequeño JiMin. —¡No se negaría nunca a ir a tu rescate!

JiMin había ido de nuevo a uno de sus clubes favoritos con su mejor amigo a pasar una linda tarde y noche, pues también se quedarían a dormir. Era viernes, escogió precisamente ese día por el hecho de que aquel maravilloso ensueño trabajaba días miércoles, viernes y de vez en cuando los domingos para ayudar un poco a los demás. Lo sabía perfectamente, siempre iba para verlo específicamente a él, aunque nunca se haya atrevido a hablarle, pero el menor recordaba aquel momento tan hermoso de cuando cruzaron miradas por dos segundos y medio hace unas semanas atrás.

Allí se encontraba Min YoonGi con pantalones cortos naranjas y una camiseta blanca donde en la parte de atrás decía "Socorrista". Se veía tan perfecto como siempre vigilando que todo estuviese bien. Lo había visto en acción cuando ocurrían ese tipo de "incidentes" como cuando los niños trataban de entrar en las piscinas para adultos, alguien con algún calambre tratando de salir e incluso salvando personas de ahogarse en las albercas más hondas.

Se veía tan atractivo saliendo del agua en cámara lenta echando su cabello hacia atrás mojado de pies a cabeza con aquella camisa adheriéndose a su cuerpo lamiendo sus finos y rosáceos labios acercándose a él cada vez más...

—JiMin... JiMin...

—¿Sí, YoonGi hyung?~ —dijo el menor con una preciosa sonrisa de enamorado en su rostro.

—¡JiMin! —Aquel grito por parte de su amigo lo sacó de su ensoñación de un golpe haciéndole pegar un brinco y mirar a los lados. «¡Diablos!, ¡se sentía tan real!» pensó JiMin.

—¡Lo siento!, es que... oh, cielos.

—Anda, vamos, está ahí sentado, conoces el plan.

—TaeHyung, no voy a hacerlo.

Habían varias piscinas, desde jacuzzis, otras para los más pequeños, las medianas con toboganes e incluso olímpicas. Los dos chicos se hallaban precisamente a unos pasos de la piscina de seis metros de profundidad, la cual solía estar cerrada como ahora y era usada para casos especiales. JiMin sabía nadar; no como un profesional, pero podía mantenerse a flote y moverse sin necesidad de tocar el fondo. Aquí el "plan maestro" era que el rubio cayese por completo accidente al agua, hiciera unos cuantos movimientos extraños tratando de salir sin éxito mientras TaeHyung gritaba pidiendo ayuda. YoonGi iría y se lanzaría a por él, le salvaría la vida, se declararían amor mutuo, se besarían, se casarían y tendrían hijos juntos. ¡Perfecto!, ¡imposible que pueda fallar!