Blake iba caminando hacia su casa, atrás de él venia Savannah, vivían en el mismo fraccionamiento, pero nunca se fueron juntos a la escuela, ni mucho menos regresaron juntos de la escuela.
Blake iba partiendo una piedra, como era de costumbre, mientras Savannah veía su alrededor, siempre lo veía, ya que tenía miedo de que le pasara algo, pero igual, era muy distraída, no le ayudaba mucho en que siempre estuviese atenta a su alrededor.
—Mierda —se quejó Savannah. Blake al momento de escuchar la voz de la chica de ojos azules, se dio la vuelta y la encontró tirada en el piso con la pierna llena de sangre.
—¿Estas bien? —le pregunto Blake mientras caminaba hacia ella.
—Sí, sí —dijo ella mientras veía su pierna llena de sangre.
—¿Segura? —le pregunto Blake mientras se agachaba para quedar a su altura.
—No —confeso Savannah.
Blake sin saber que hacer, volteo a ver hacia las casas, para saber por dónde se encontraba.
—Te llevare a mi casa —dijo Blake.
—No es necesario —Savannah no quería molestarlo.
—Vamos, no es ninguna molestia —dijo Blake.
—¿Acaso me estas leyendo la mente?
—No —contesto Blake para luego soltar una risita.
—Bien, ya me había espantado —Savannah siempre se caracterizó por ser graciosa.
—Bien, te ayudare a que te pares, ¿O, puedes sola?
—¿Quién crees que soy, ¿eh? —Blake no contesto aquella pregunta, ya que creía muchas cosas de Savannah, como el hecho de que es hermosa. Savannah se intentó parar pero el dolor en su pierna no se lo permitió y volvió a caer en el piso.
—Creo que eres una persona que necesita ayuda.
Blake puso el brazo derecho de Savannah en sus hombros para poderla ayudar. Savannah sin nada que hacer, tuvo que aceptar la ayuda de Blake.
—¿Y ahora? —pregunto Savannah.
—Vamos a mi casa.
Blake paso su brazo izquierdo por la cintura de Savannah, está por el acto del chico dio un brinco de susto.
—Mejor, ya llévame a tu casa.
Caminaron como pudieron, pero quien camino más fue Blake, llevaba el peso de Savannah. Cuando llegaron a la casa de Blake, Savannah se sentó en el sillón y Blake fue por hielos y un botiquín.
Savannah admiraba la casa de Blake, a lo lejos vio un cuadro familiar. Se levantó del sillón con mucha dificultad y se empezó a dirigir hacia ese cuadro familiar.
—¿A dónde crees que vas? —le preguntó Blake a Savannah mientras la tomaba de la cintura.
—Solo iba a ver un cuadro.
—Ese cuadro está roto.
No necesariamente una chica es la que le rompió el corazón a Blake. Él está roto por otras razones.
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broken || blake richardson
Short StoryÉl es atractivo, pero por dentro se encuentra roto.