🎄 Bajo el Muérdago 🎄

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Los seis chicos se encontraban corriendo de aquí para allá por toda la casa. No habían podido ir a visitar a sus familias  en esa Noche Buena debido a que su serie de presentaciones y fanmeeting se habían atrasado, haciendo que agregaran  más días al calendario, obligando a los chicos a permanecer en la capital hasta el día siguiente. 

Los mayores se habían encargado de preparar la cena mientras que los menores decoraron la casa entre bromas y berrinches. Minhyuk había ayudado Sanha a terminar el arbolito, puesto que Moonbin arreglaba la mesa y el salón junto a la fogata en la que se reunirían a la noche antes de las doce para degustar los platillos y pasar un tiempo más juntos, como la extraña pero bonita familia que habían formado entre ellos. 

—¡Bin! —lo llamó uno de sus hyungs, Jinwoo. El menor obedeció y siguió hacia dónde le había llamado la voz. Jinwoo se encontraba con el apodado MJ sacando la cena del horno, junto con su tan querido Dong Min. 
Bin dedicó una mirada triste a este último, aún le dolía lo que habían hablado la noche anterior y como durante todo el año no había comprendido las miles de señales que le había dado. ¿Cómo podía ser tan ciego para no darse cuenta que lo miraba siempre y qué solo él lo hacía sonreír?  ¿Cómo no había sido capaz de escuchar la manera en la que latía su corazón cuando estaba cerca suyo? ¡Sus latidos pudieron haberlo delatado en cualquier momento! Pero aún así no se daba cuenta.

—¿Sucede algo, Binnie? —se preocupó, Dong Min. Qué ironía.

—No es nada... —balbuceó —¿Para qué me llamaste, hyung?

—Quiero que ayudes a MyungJun a colocar los platos y llevar la cena a la mesa.

—Está bien —aceptó sin más. Tomó la bandeja que tenía entre las manos y ayudó al mayor de todos a llevarlos a dónde pidieron.

—Oye, ¿sigues así por lo de la noche anterior? —se entrometió. Su voz por suerte, que siempre gritaba, se escuchó apenas como un susurro.

—¿Tú qué sabes? —le espetó.

—Binnie, sé que amas a Dong Min, desde hace tanto tiempo... —suspiró—. Te aseguro que él te quiere mucho también.

—Como un amigo — y dejó por fin lo que tanto pesaban sus manos.

—Hoy es la noche perfecta para decirle  lo que callaste durante todo este tiempo.

—¿Acaso crees que es fácil? —frunció su ceño—. A ti nunca te dolió el corazón de la manera en la que mi me duele... Nunca quisiste tanto algo que no puedes tener por más de que pidas a todas las estrellas fugaces del universo.

—¿Qué es lo que quieres, Binnie? —interrumpió el chico que menos debía aparecer en esos momentos. Moonbin miró con sorpresa al mayor y su corazón pareció detenerse por unos segundos. Frunció aún más el ceño y se volteó, dejando todo lo que había ayudado a MJ, dando la espalda al chico que se había preocupado por él.

—Nada que a ti te importe —respondió sin más y se alejó de ambos sin siquiera inmutarse de las expresiones de los hyungs, mucho menos la de Dong Min.

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—Bin hyung, ¡por favor no me ignores! —le pidió Sanha haciendo un pequeño berrinche.

—Sanha, creo que deberías dejar de hacer eso, es molesto —Minhyuk detuvo al pequeño con solo un llamado, algo que solo él podía lograr. Dedicó una mirada compasiva a su amigo, quien estaba con los ojos llorosos y los labios a punto de partirse por morderse con fuerza.

—Es la peor navidad de todas —murmuró.

—¿Por qué? —insistió Sanha. Minhyuk lo fulminó con la mirada y lo hizo salir de la habitación. Estaban con solo un velador encendido y solo podían verse el uno al otro, a pesar de que Moonbin evitaba cualquier contacto visual.

Bajo el muérdago [BINWOO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora