Don't Leave Me (Chanrosé/Chaeyeol)

(◕‿◕✿)10

—Hola.—contesto algo temerosa.—Había salido sin celular.

—Lo supuse, aun así estaba preocupado.—hablo ChanYeol.—

—Lo siento.—sonrió un poco por la preocupación del otro.—Así que quieres hablar sobre...—dejo la frase a medias, escucho un asentimiento del otro lado.

Hubo un pequeño silencio.

—JunHoe me dijo que ya lo sabías. ¿Desde cuándo?—logro escuchar la voz algo dolida del chico.

—No hace mucho realmente…—hablo algo bajo, preparándose para contarle al chico.—Me lo dijo cuándo lo fuimos a ver después de que lo encontraron, no encontré la necesidad de decirte porque me había dicho que ya no sentía nada por mí.

Y ayer, luego de hablar contigo, me hablo respecto a eso, y supe que me había mentido y aún estaba enamorado de mí.

—¿Por eso el mensaje de anoche?—murmuró ChanYeol.

—ChanYeol…—suspiro levemente Rosé.—Nada de lo que me diga Junhoe o alguien más, harán que mis sentimientos cambien ¿Esta bien? Te he hecho saber a ti y a todos que estoy estúpidamente enamorada de ti.

Te amo, ChanYeol, más que a nadie en el mundo.

Creí que lo sabías…

Aquello era una situación sumamente dolorosa para Rosé, sentía que el mayor estaba dudando de los sentimientos que una y otra vez le había demostrado, que ambos se habían demostrado.

ChanYeol era su mejor amigo, su alma gemela y a pesar de que el chico hubiera sido el primer novio de Rosé, nunca tuvo la tentación de ir con otros chicos de experimentar, de conocer, no, porque tenía la persona perfecta a su lado.

Tuvo al amor de su vida en la primera instancia, no tenía por qué buscar a otra persona.

Aun había silencio, no le había respondido pero sabía que seguí ahí por su respiración, tuvo la iniciativa de cortar la llamada, pero no podía, no con ChanYeol.

Sentía sus ojos llenarse de lágrimas, no quería quebrarse, no, pero no pudo evitarlo.

—¿De verdad no dirás nada, ChanYeol?—hablo con la voz más firme que pudo.

Otro silencio, Rosé se sentía cada vez más débil por su actitud, sin poder contenerlo un sollozo escapo de sus labios, seguido de muchos más, tuvo que alejar el móvil de ella para que el chico no escuchara su llanto, aunque de seguro que lo había escuchado.

Si ChanYeol no le hablaba luego de cinco segundos, por más que no quisiera, cortaría la llamada.

Uno.

Más lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Rosé, intentando acallar todos sus sollozos.

Dos.

Otro sollozo salió de su boca.

Tres.

Ya estaba dolorosamente resignada a que no le hablaría.

Cuatro.

Estaba ya poniendo su dedo en el botón para cortar.