"No es menos cierto, sin embargo, que en nuestro estado actual nuestros órganos físicos nos son muy útiles y a veces indispensables para podernos remontar al plano de acción espiritual y de comprensión. Sin esta base totalmente física, nuestras deducciones tendrían el carácter vago y místico de las especulaciones estrictamente metafísicas.
"Pero un análisis superficial sólo puede llevarnos a confundir al hombre intelectual con el hombre orgánico, o a suponer la voluntad como completamente solidaria de la marcha de los órganos.
"En forma análoga, al plantearse el tema de Dios, en la mayoría de los casos se llega a uno de los excesos que habremos de señalar a propósito del hombre.