La extraña sombra en el campo

El brazo tras la palmera

Era un día cómo cualquier otro, el barrió estaba tranquilo y yo aburrida como siempre.
Entonces entre ese aburrimiento, se me     ocurrió ir a llamar a mi amiga jazmín.
Ambas sentadas en el portón de su casa comenzamos a charlar y las horas se hicieron minutos. 

La noche  se iba apoderando del  día y el silenció se hacia cada vez más espeso, la tranquilidad en el barrio era absoluta.  
De repente  jazmín me jala el brazo y con cara de  susto me dice -Lucia vi una sombra.
Yo, sin saber si creerle o no, le digo- tranquila debió de haber sido un animal o algo por el estilo. Trata de calmarte.
Ella siguió mi consejo y ambas continuamos charlando, cuándo de pronto comenzamos a escuchar silbidos. Jazmín me dice -  oístes eso.  -si- le respondo yo.  entonces asustadas las dos, con el poco coraje que nos quedaba decidimos ir a investigar. Nos dirigimos hacía un campó que se encontraba enfrente de su casa,  púes de allí se oían los silbidos. El espesor de la noche cada vez era más intenso y cada paso que dábamos  dábamos era una sensación de miedo y curiosidad por saber que era lo que provocaba ese silbido,  pero como ya saben la curiosidad mato al gato. En fin, llegamos a una gran palmera y nos fuimos asomando poco a poco, creo que ese fue nuestro peor error ya que cuándo estuvimos lo suficientemente serca de la palmera, un brazo pálido y huesudo me sujeto la muñeca.  Jazmín salio corriendo dejándome completamente sola con aquel brazo extraño. Yo sin saber que hacer comenze a gritar desesperadamente y a jalar mi brazo. Logré soltarme y huir de allí, aunque no veía nada por la completa oscuridad logré salir con vida e intacta de ese lugar, con un severo dolor de muñeca,  pero solo eso.

Fue ese mismo día donde me di cuenta que ese campito no era un lugar común y corriente y que ocultaba un oscuro secreto que yo no iba a poder  descubrir,  por miedo a que  aquella sombra volviese a aparecer.