capitulo 3

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Capítulo 3

Me despierto un poco tarde, después de haber llegado en la madrugada, casi no concilie el sueño pensando en Andrews, la verdad no entendía por qué me importaba si el solo me quería para sexo, seamos sinceras... a quien habrá llamado mientras estábamos en su coche, será alguna del trabajo. Como no quiero pensar en eso decido ir a la sala, quería ver una película que me dejara de pensar en él, solo quería olvidarlo de inmediato antes de que este deseo o esta tentación pudiera conmigo. Después de revisar en el cuarto de mi hermano, él no se encontraba allí, así que decido verla sola, la película a medida que se desarrollaba daba más aburrimiento.

-hermana, podrías vestirte. –me miro, tenía solo una camisa larga de él y se veían mis bragas, en la madrugada fue lo único que encontré.

-¿Qué pasa? Siempre estoy así. –el aun no responde.

-hermanita, hay visita. –en ese instante me levanto lo más rápido posible y me encuentro con esos ojos oscuros que tanto me gustan, sentí un poco de vergüenza.

En ese instante ninguno de los dos dijo alguna palabra, mi hermano solo nos miró y fue a su habitación a dejar unos paquetes. Mientras nosotros solo nos mirábamos pero después de recordar lo de anoche frunzo el cejo.

-¿Qué haces aquí? –la pregunta lo cogió de sorpresa y pensó cada una de las palabras antes de responderme.

-ya sé que no quieres verme, pero quiero decirte algo. –lo miro confundida.

-yo no tengo que hablar contigo. –me levanto pero él me detiene rápidamente. –suéltame, mejor ve con una que si te de todo lo que quieres. –el frunció el cejo, no le había gustado nada mi respuesta.

-hablemos. –lo miro y asiento, me siento en el sofá esperando su respuesta. –lo de anoche, lo hice porque...

-no me digas, no quiero saberlo. –lo interrumpo, no quería escuchar la respuesta.

-no, quiero que lo sepas. –qué hombre tan persistente. –la verdad no hice nada con Amelia... -así que se había visto con Amelia, una trabajadora.

-si eso es todo me voy. –el volvió a detenerme, pero esta vez haciendo que quede en su regazo.

-me vuelves loco... -sus palabras no las esperaba. –contigo siento algo diferente, eres la única. –lo miro confundida, no sabía si estaba siendo sincero.

-no mientas, tu solo me quieres para tener sexo, como una puta. –me dolió decir eso, aunque era la pura verdad.

-no digas eso, tú no eres así, no vuelvas a tratarte así. –lo mire a los ojos fijamente. –Eres preciosa y sé que te mereces algo mejor que yo, pero... -se quedó en silencio, no sabía que más decir.

-ya lo sé, no me merezco a un idiota como tu... pero tu despertarte una parte de mí que no conocía. –el me miro y sonrió.

En ese momento me beso, esta vez era un beso cálido y delicado, como si fuera una joya que hay que cuidar muy bien. Abrí lentamente mi boca para que su lengua recorriera cada espacio que hay en mi boca hasta ser encontrada por la mía, mientras nos besábamos mis manos juguetean con su cabello y las manos de él van subiendo lentamente por mis muslos, intento quitarle la camisa que trae torpemente, mientras el me quita la mía y se queda observando mi cuerpo. Después comienza a subir su mano por mi abdomen haciendo pequeños círculos, haciendo que esta sensación nueva para mi me excite, gimo suave, no quiero que mi hermano me escuche, mientras el sube su mano a mis pechos, los cuales estaban liberados, comienza a jugar con mis pezones haciéndoles círculos hasta que se mete uno por la boca, esta vez es inevitable no gemir mientras el gruñe.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2017 ⏰

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