Capítulo 1

443 51 79
                                    

Liana

Si tengo que definir mi día en una palabra, sería: mierda, si, definitivamente esa palabra lo define a la perfección.

Una palabra tan mágica como obsena.

Y tengo razones muy buenas para decir que es así.

Primero, la alarma no sonó porque a mi hermano le pareció muy buena idea sacar las baterias de mi despertador para ponerselas a su walkie talkie; segundo, perdí el autobus escolar; tercero, el auto no tenía galosina; cuarto, cuando llegué a la escuela me dí cuenta que tenía el pijama puesto y quinto y último lugar, en las clases de natación, escondieron mi traje de baño y tuve que usar uno ajeno.

Así que, estoy teniendo un día de mierda.

Y va de mal en peor.

Han cambiado mi puesto en el parque de diversiones de la ciudad.

Estaré en el puesto de besos.

¡En el jodido puesto de besos!

Tendré que besar a no sé cuantos desconocidos por unos billetes.

Y lo peor, jamás besé a alguien.

No quiero que mi primer beso sea con un desconocido, y menos para que pague para que yo se lo dé.

Siempre soñé con mi primer beso. Quería darlo con alguien que en verdad quisiera y sentir todas esas cosas que se sienten al dar un beso. Como en las películas, el chico se acerca, la chica cierra los ojos lentamente y entonces, se besan.

Dejo caer mi cuerpo sobre el asiento del autobus escolar. Apoyo mis codos sobre las rodillas y agacho la cabeza.

—¿Estás viva o ya puedo bailar sobre tumba, Liana?—pregunta Amy, sentándose a mi lado y subiendo los pies.

—Baja los pies, Amy, eso es de mala educación. —ordena Chloë apareciendo frente a nosotras con su cabello bien peinado.

—Eres tan aburrida Chloë, quiero que por solo un día, dejes de ser tan correcta y te rebeles contra el sistema, quiero que quememos un auto, que escribas mierda en el puente, no sé, algo, porque no piedo considerarte hermanatra si no haces algo de eso. —bosteza Amy, bajando los pies de golpe.

Chloë se sienta en el asiento de adelante y gira un poco su cuerpo para charlar con nosotras.

—¿Y esa cara, qué pasa Liana? —pregunta frunciendo las cejas.

—Mi día no va bien. —suspiro— Y para terminar, cambiaron mi puesto del parque de diversiones por el del puesto de besos.

Amy me mira y sonríe picara, muerde su labio y juega con sus manos.

—¿Sabes lo que eso significa, no? —pregunta elevando una ceja en mi dirección.

—Significa que estará expuesta a millones de gérmenes de bocas ajenas, que es probable que se enferme y que nosotras tendremos que llevarle la tarea por varias semanas. —responde Chloë haciendo una mueca de horror al imaginarse la situación.

—Te equivocas, mi linda e inocente Chloë, significa que besara a tantos chicos quiera y que para su suerte, la mayoria de los chicos son atractivos y que tienen labios apetecibles. —responde suspirando y mirando a la nada.

Puedo ver como una sonrisa aparece nuevamente en su rostro.

—Ni que fueran comida. —comentamos Chloë y yo al mismo tiempo.

—En algunas ocasiones, lo son. —comenta Amy, solo para hacernos reír.

Me sorprende el hecho de que Chloë riera ante el comentario de Amy.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 28, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Entre besos y jugadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora