Tener que mudarnos desde una ciudad hermosa como lo es Roma hasta Estados Unidos, técnicamente a un pueblo perdido de Maine era una mierda, tal cual sonaba, una puta mierda.
Pero no quedaba otra, había sido descubierta y tuvimos que huir con el rabo entre las piernas para poder seguir todos juntos y para poder protegerme y evitar que vuelva a estar encerrada en aquel infierno. Sabía que no era culpa mía del todo pero aun así sentía un nudo en la garganta que no desaparecía y me lamentaba el haber llegado a este mundo de mierda.
Lo único bueno que había en este mundo a mis ojos eran mis padres, Alfred Russo y Meryl Russo, un joven matrimonio Italiano que al poco tiempo de casarse encontraron durante un viaje de acampada en un monte a una pequeña niña de cinco años que apenas hablaba y lloraba muy asustada.
Ellos sabían que algo malo me había pasado, lo vi en sus rostros a pesar que en aquel entonces no sabía casi hablar y era la primera vez que salía al mundo exterior. Ellos me acogieron, falsificaron mis documentos de nacimiento gracias a un amigo abogado y así terminé siendo Ophelia Russo.
Y ahora mientras veía los verdosos paisajes montañosos de Indiana a través de la ventana del coche de mi padre no podía evitar pensar que posiblemente les había arruinado la vida y que nunca debieron encontrarme.
- Cielo.- La suave y aterciopelada voz de mi madre me sacó de mis pensamientos y vi como giraba la cabeza para sonreírme con cariño intentando verse feliz a pesar de que la felicidad no le llegaba a los ojos, ella no podía ocultarme su tristeza ante el tener que huir de su hogar. - Se que te sientes culpable y no tienes porque cariño, no puedes evitar no poder controlar tus... dones cuando te enfadas o estás nerviosa y lo sabes.
- Cierto. - Añadió ahora mi padre sin apartar los ojos de la carretera y con voz alegre y optimista. - Míralo de esta forma, nuevo hogar, nueva vida, Es un pueblo pequeño, aquí no te encontrarán, de seguro podrás hacer amigos sin preocuparte de perderlos.
Eso era otro tema, amigos
Tuve que decir adiós a mi mejor amiga sin poder darle explicaciones del porque de nuestra mudanza repentina. Su mirada dolorosa y de abandono me perseguirá durante tiempo.
- Claro. - Respondí sonriendole a mi madre para después volver a mirar por la ventana.
"Imposible"
....
Horas después ya habíamos llegado a Derry y a pesar de que a simple vista me parecía un pueblo sencillo y acogedor había algo en el que me ponía los pelos de punta y que provocaba escalofríos, como si hubiera algo oscuro en Derry.
Confirmé mis suposiciones al empezar a ver carteles de niños desaparecidos pegados por todos los sitios de Derry y al parecer mis padres también lo notaron ya que estos se miraban inquietos para después mirarme a mi con disimulo.
Desde luego había algo muy pero que muy malo en Derry, no era normal que tantos niños desaparecieran y lo que mas me confundió era ver como a la gente que vivía aquí parecía no preocuparles aquello para nada, vivían tranquilos y despreocupados, ignorando la cruel realidad.
Nuestra nueva casa era pequeña pero bastante acogedora y según mis padres había sido desocupada hacia poco por una familia que se había mudado a California, a lo que yo pensé "mucho tardaron" en cuanto me contaron aquello.
- Está en mejor estado de lo que esperaba, mira Ophelia incluso tiene un jardín para que juegues en el. - Dijo su padre contento señalando el jardín lleno de arbustos y hasta un pequeño pero bastante robusto árbol.
- Papa, tengo doce años, no tengo tiempo para jugar a cosas de niños. - Dije sonriendole a lo que el puso los ojos en blanco.
Aunque en el fondo me alegraba de tener un jardín al que mantener, mis padres solían darme dinero a cambio de que hiciera faenas en casa y cortar la hierba del jardín y cuidar de sus plantas y arbustos era mucho trabajo para una niña como yo, me darían una millonada a cambio de aquello.
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We'll Fight Together
RomanceRichie Tozier planeaba pasar su verano divirtiéndose con sus amigos ,viendo peliculas, jugando en el arcade, nadando en la cantera y dormir gran parte del día... pero nada lo preparo para lo que resulto ser su verano. Primero no espero enamorarse a...