El Secreto De Mi Vecino

13.Reencuentos

Me levanto del sofá y me acerco a ella.

-Carla, no nos referimos a ti.

-Vamos a ver, soy lo bastante mayorcita como para no creerme eso, así que empieza a contar todo lo que sepas de mi familia y de mi, ahora.

Suspiro y me acerco a ella que tiene una expresión triste en la cara,ella desvía la mirada,le agarro la barbilla y le giro la cabeza hacia mi suavemente.

-No te puedo poner en peligro de esa forma Carla, cuando todo este más tranquilo te lo contaré todo, lo prometo.

-¡He dicho ahora!-dice quitando mi mano con brusquedad.

-Carla, tranquila, de verdad que te contaremos todo, pero a su debido tiempo.-dice Melania acercándose.

A ella se le llenan los ojos de lágrimas.

-Solo quiero saber la verdad, no quiero pasarlo mal más.

-Tranquila,¿vale?

-Jurame que me lo explicaras todo más alante, cuando yo quiera.

-Te puedo jurar que más alante te lo contaré, pero no cuando tu quieras.

-¿Por qué todos sois así? ¿Por qué todos tenéis secretos? ¡Estoy harta!

Al decir eso se da la vuelta y sale corriendo hacia la puerta principal, Melania y yo nos miramos y la seguimos, oímos la puerta abrirse y el sonido de un cuerpo desmoronarse en el suelo.

-¡Carla!-grita Melania y corremos donde esta ella.

Nos agachamos a ella y vemos que tiene la piel cada vez mas blanca, Melania le agarra la mano.

-¡Esta helada!-grita ella mientras agarra su otra mano.

-¡Melania!-digo levantandome inmediatamente.

-¡Qué! ¿No ves que estoy intentando ayudarla? ¡Hazlo tu también!

-Melania, separate de ella inmediatamente.

-¿Estas loco? No voy a hacer eso.

-¡Melania!-le agarro un brazo.-¿¡No ves que le sale humo negro por debajo del brazo!? Él le hizo esa herida, estoy seguro. No podemos hacer nada...

Ella mira el humo negro y se abalanza sobre el brazo de Carla y rompe la manga, dejando ver una herida de color negro.

-No...¡No! ¡Ella se habría quejado del dolor maldita sea!

-Si la herida a sido probocada por él... Ya sabes que hace efecto sin ningún síntoma.

-Por desgracia si, lo sabemos.-dice limpiándose una lágrima.

Me agacho y la abrazo.

-Venga pequeña, tranquila.

Ella va un momento al baño para tranquilizarse mientras yo entro en la habitación en la que estábamos los tres antes y me acerco a una estantería llena de libros,de la cual cojo uno y empiezo a ojearlo.

-¡Antonio!-escucho gritar a Melania, por lo que dejo el libro en su sitio y corro al lugar del que proviene el grito, la puerta principal.

-¿¡Qué pasa!?

-¡¿Dónde esta?!¿¡Dónde demonios esta Carla!?

Miro a mi al rededor y veo que no esta.

-¿¡Qué demonios!?

Salimos fuera de la casa y empezamos a buscar durante horas, hasta que la luz de la luna no nos deja ver apenas más alla de nuestras narices.

-Melania...