~Detrás de las estanterías~

Única parte

Narra el Nathaniel azul

-La próxima vez que vuelva a delatarme, se lo pensará mas-

Terminé de ponerle el bigote falso al familiar de Valkyon y lo dejé justo donde lo encontré, salí a la sala de las puertas y noté un revuelo muy grande, me acerqué y vi que ya había salido la clasificación, absenta había ganado.

-¡JA! Chúpate esa sombra- Escuché que una guardiana absenta decía eso, creo que se llamaba Takeshi. - ¡Y os lo hemos quitado en vuestro mes!¡Venganzaaa!

-Por fin le dimos lo que se merecen, ya no nos quitarán ningún mes mas- Vi como chocaron los cinco Takeshi y la otra chica también de mi guardia, Haruka.

Calculé los puntos y absenta ganó con gran diferencia, quizás luego les diga algunas palabras por ganar, ñe, en realidad siempre lo digo y nunca lo hago, mejor a la próxima.

- No veas la que les va a caer a las chicas de sombra, Nevra se enfadará, y más por perder su mes...- Dijo Takeshi, pero ya no alcancé a oír mas.

Me fui tranquilamente silbando a la sala de cristal, hoy iba a ser un buen día, allí me encontré a Miko hablando con Leiftan.

-¿Algo que hacer?- Pregunté

-Hey Ez, da la enhorabuena a tu guardia, este mes han trabajado mucho.-

- Creo que les gustará más que les des tú la enhorabuena, no sé lo que tienen contigo :v

-Si si, felicitaciones a parte, necesito que hagas agua de lete, no preguntes y sólo hazlo.- Miko estaba enfadada conmigo, ya que no le había traído una comida que le gustaba, cuando fuimos a la tierra.

- No seas tan dura, a la próxima intentaremos traer las manzanas Rojas- Dijo Leiftan con una sonrisa.

Dejé a la bruja y a su compinche y me dirigí a mi lugar, a mi sitio, donde me encontraba cómodo, el laboratorio de alquimia, pero ahí encontré algo que no me gustó. Lo primero que vi fue a Nevra, estaba acorralando a mi aprendiz Iseree; ah no Nevra, con ella no.

- ¿os creéis muy listas por ganar mi mes? - El chupa sangre se acercaba cada vez más a mi aprendiz.

- ¡NEVRA! ¡Deja ya a mis alquimistas!- corrí hacia ellos y los aparté, aunque me pareció ver una cara de frustración por las dos partes.

- Tch Ez, tus guardianas se lo merecen, dejanos un rato a solas.- El vampiro volvió a acercarse a Iseree.

- Bueno, haced lo que queráis, pero no vengáis a mi si luego queréis una poción para deshaceros de "algo"-

Dicho esto, me metí entre las estanterías del laboratorio buscando los ingredientes para el agua de lete.
Escuché como la puerta del laboratorio se cerraba lentamente, solté el aire que estaba conteniendo. Era duro lidiar con este tipo de situaciones como jefe de guardia, pero las cosas se complican cuando Nevra está de por medio...

- Ay Nev... - suspiré.

- ¿Qué suspiras? -.

Me di la vuelta rápidamente, y ahí me lo encontré, en todo su esplendor y limpiandose sangre de la comisura de sus labios...

- Nada que te importe -

Seguí a lo mío ignorándole por completo, pero notaba como poco a poco se iba acercando a mi...

- Ez... Sé que no te gusta que haga ese tipo de cosas... Pero tú sabes lo que realmente quiero... Lo que necesito... Y eso, eres tú -.

Me dió la vuelta y empezó a besar mis labios, se me cayeron todas las cosas que llevaba, pero ya no me importa, nada de nuestro alrededor importa.

Nevra me estampó con suavidad contra la pared y empezó a atacar mi cuello, daba leves mordidas que me volvían loco, todo en él me volvía loco.

- Nevra... - Un gemido salió de mis labios sin que me diera cuenta.

Ahora era mi turno, quité la bufanda que siempre llevaba y empecé a atacar su cuello, mientras notaba como él iba recorriendo todo mi cuerpo con sus manos, intentando quitarme la ropa, pero se le hacía difícil y tuvo la fantástica idea de empezar a romperla.

- Eso luego me lo pagarás...- Susurré en su oído y noté como le recorrió un escalofrío.

Uní nuestro labios nuevamente en un salvaje beso y empecé a quitarle también la ropa. Estábamos medio tumbados en el suelo del almacén cuando nuestras ropas ya estaban por todos lados, tenía a Nevra sobre mi y empezó a bajar, besó mi barbilla... mi cuello... Sé entretuvo un rato en mis pezones, pero siguió su camino... mis abdominales... debajo del ombligo... Hasta que llegó a mi amiguito.

- Vaya... parece que alguien no puede aguantar más... -

Noté como se metió mi miembro en su boca.

-Nev... - Casi no podía hablar de la excitación que sentía- cuidado con los colmillos...

Él asintió suavemente y eché la cabeza para atrás, notaba como entraba y salía, me dejé llevar por sus movimientos y el placer que provocaba en todo mi cuerpo, no pasó mucho tiempo hasta que le tuve que avisar.

- Cuidado, creo que... Aaaah- se apartó a tiempo.

- Creo que ahora me toca a mi -.

Llevaba ya un rato notándolo, pero no me atreví a mirarlo, hasta ahora.
Nevra hizo que me pusiera dándole la espalda y le hice caso.

- Tranquilo, no te va a doler, chupa mis dedos-

Hice lo que me dijo, acto seguido, noté como introducía un dedo dentro de mi y empezaba a hacer círculos, y así siguió hasta tener 3 dedos dentro.

-Vale, ahora voy a ir poco a poco, avisame si te duele- me dijo dulcemente.

Sentí como algo más grande entraba, y joder, dolía, dolía mucho.

-Nev... Me duele mucho-

- Ya, ya mismo pasará-

Y así fue, cuando estuvo dentro, se movía lentamente hasta que me acostumbré, y el dolor se volvía placer.

- Ez...- le escuché gemir en mi oído y encendió algo dentro de mi-

Cada vez iba más rápido y yo quería más, aún más. Finalmente, gritamos mutuamente nuestro nombre y caímos rendidos en el suelo del almacén, me tumbé en su pecho.

- Hey Nevra - Le llamé.

- ¿Sí? - apartó un pelo rebelde y lo puso detrás de mi oreja.

- ¿Ahora a quien prefieres, a mis alquimistas, o a mi? - dije en tono divertido.

- Bueno... Me encanta ver esa cara que sólo me pones a mi - hizo su sonrisa de seductor y soltó una pequeña risa.

- De verdad que eres un tonto-

Me acurruqué en su pecho y así nos quedamos dormidos, detrás de las estanterías~