La primera vez que vine a este lugar, quizá estaba muy pequeña. El mundo parecía enorme.
Ahora recuerdo.
Las cosas podrían parecer sencillas en ocasiones.
Recuerdo a aquél humano... Humano lobo y dragón al mismo tiempo, y mi corazón se quiebra un poco.
Mirando al frente, puedo decir que no es tan simple tener esa vida.
Al otro lado de la ventana están ellos, siempre sonrientes.
Acaban de mudarse juntos, quizá adopten un perro, mientras el gato ha sido arrojado a la basura hace dos noches.
Lo rescaté de la lluvia.
El pobre no había comido nada, pero conmigo, ahora hasta fuma hierba mientras ambos observamos desde el ventanal.
