Sonríe que el mundo se acaba.
Muere con la ausencia de tus labios curveados,
se marchitan las rosas
sin esos hoyitos de tu mejillas.
Sonríe que el sol está desesperado
por iluminar esa sonrisa de inocente niña.
Provoca que la luna se resienta
con el sol por no darle toda su luz,
viendo como sonries
y entregas todo tu perfeccion
en una sonrisa que acaricia el alma
a este pobre que mendiga amor.
Nunca dejes de sonreir
aunque no tengas razones
me encargaré de darte motivos
para ver en tu rostro
la envidia de las flores.
Tu divina sonrisa.
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A ti Cariño
PoesíaPoemas que con la tinta del corazón he escrito, el mismo que dicta las palabras y el mismo que restringe que su obra sea usada por esta boca que siempre ha callado.
