A Paulo le costaba mucho los entrenamientos, tenia que adaptarse a la rutina diaria, además también tenía que ir a la escuela y cumplir con sus deberes de que por si ya eran muchos.
El club de la secundaria no era bastante fácil como pensé, ya que mi entrenador me proponía entrenamientos adecuados para nosotros, pero a la ves, difíciles. Cada entrenamiento era un sacrificio para mi y todo mi equipo, cada día nos hacían manejar el balón por toda la cancha, correr 45 minutos seguidos sin descansar, pegarle al arco, hacer pases con todo el equipo, hacer dribling y hasta a veces también hacíamos juegos con pelota de a grupos, con esas pocas cosas nos servía a todos aprender algo cada día de entrenamiento.
Pero no era tan fácil todo eso, se me presentaban distintos problemas al entrenar, no tenía tanta condición física, me costaba correr 45 minutos seguidos, se me hacia difícil al cuerpo y a mi mismo. A pesar de todos los problemas presentados, pasado un determinado tiempo, me adapte a todos los cambios y a los entrenamientos por suerte.
Me gustaba mucho entrenar, también me llevaba muy bien con mi entrenador y hasta con mis amigos del club. Lamentablemente seguía sin poder pagar la cuota de fútbol.
Pasaron tres meses y mi entrenador nos avisó a todos que en treinta días teníamos un torneo en Córdoba, Argentina. Para ir cada uno tenía que pagar $800 para poder asistir a ese viaje. Paulo, preocupado, no sabia que iba a hacer para conseguir esa plata.
Cerca de su casa donde vivía con su abuela, había un restaurante llamado "La Marchigiana" donde le faltaban empleados. Paulo fue a averiguar y le dijeron que tenia que trabajar, si es que trabajaba, cuatro días de la semana y cada día trabajado le pagarían $70, el con mucho gusto aceptó el trabajo, cuando llega a casa le cuenta a su abuela, que se emocionó al escuchar esto. El pensó que con tan solo tres semanas trabajando podría pagarse el viaje hasta Córdoba con su equipo de fútbol.
Pasaron las 3 semanas y ya había juntado un poco más de $800 para poder irse de viaje, faltaban nueve días. Un día antes se armó la valija, al otro día, se despidió de su querida abuela y se fue para el club, se encontró con su equipo y terminaron tomándose ese micro con destino a Córdoba. Cuando llegaron a destino, fueron todos juntos al hotel donde se iban a quedar por siete días, se pusieron cómodos y concentrados para el partido de mañana. Jugamos ese partido, empecé de suplente, íbamos perdiendo 2 a 1, faltaban 30 minutos para que terminara el encuentro cuando meten a Paulo, entra y a los pocos minutos hace un gol, lo festeja bastante ya que fue su primer gol en juego, el partido estaba empatado cuando faltaban 5 minutos, el entrenador se estaba poniendo demasiado nervioso, pero a falta de esos pocos minutos la agarra Paulo y le da un pase extraordinario a su amigo para que definiera como el sabe, entonces, ganaron su primer partido jugado en Córdoba, gracias a él, Paulo.
Regresaron al hotel de noche, cuando todos descansaron hasta el día siguiente, donde jugaban otro gran partido. El segundo partido, Paulo entró de titular por su gran partido anterior, pero lamentablemente empezaron perdiendo 3 a 0 y Paulo no tuvo un buen partido, a cabo que lo sacaron. A falta de 10 minutos su equipo hizo un gol, pero no alcanzó para conseguir el triunfo. Otra vez lo mismo, llegan de noche al hotel y se acuestan, ya que mañana iba a ser otro día para el equipo. Su tercer partido oficialmente, Paulo volvió a entrar de titular, su equipo esta vez volvió a conseguir el triunfo 4 a 2 con dos goles de Paulo y una gran actuación dentro del juego. Al otro día jugaron otro partido donde perdieron 1 a 0 con poco juego de Paulo. Luego, jugaron su penúltimo partido con Paulo de suplente ya que su rendimiento anterior no fue bueno, ganó su equipo pero el nunca entró, el entrenador le quería dar chances a todos los jugadores. Ahora si, el jugo su último partido, donde entró de titular, en su mente dijo, "voy a dejar todo dentro de la cancha, lo hago por mi, por mis padres", comenzó el partido, cuando apenas empezó, a los dos minutos, Paulo abrió el marcador con un golazo de afuera del área y después hizo dos pases gol, así, él dejó a su equipo campeón de su primer campeonato. El otro día que restaba lo disfrutaron a más no poder, ya que era el último, fueron a comer, visitaron juegos, fueron a plazas de la cuidad y más; Hasta que tomaron el micro de vuelta, Paulo ya había empezado a extrañar a su abuela.
Cuando llega a casa le cuenta a su abuela los goles que hizo y su primer campeonato jugado y ganado. Estaba muy contento, pero el no sabía que su abuela en esos siete días se había sentido muy mal, estaba decaída y con fiebre.
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Sueño Cumplido
Teen FictionUn pequeño niño desea ser un profesional deportista, tratando de cumplir su sueño confrontando distintos problemas.