Uno: ¡Un brindis por la novia!

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Poniéndose los últimos accesorios antes de salir, Isabella estaba emocionada por la despedida de soltera que iba a disfrutar esa noche. Su prometido, el famoso bajista de Mötley Crüe, Nikki Sixx; había permitido que realizara esta celebración con sus amigas -aunque de otro modo lo hubiera hecho también-. Acomodó su cabello y verificó frente al espejo que su vestimenta fuera adecuada.

Luego de salir de su casa esperó un rato con un cigarro en la boca a que sus amigas pasaran por ella en el auto. Pasaron algunos minutos y finalmente comenzaba la aventura de esa noche.

- ¡hoy es mi último día como la puta de la Sunset Street!

Una vez dentro del bar comenzó la verdadera fiesta; con alcohol, cigarros, drogas, música... lo único que haría perfecta la noche sería un poco de contacto físico, y como necesidad de el ser humano, el cuerpo pedía a gritos sexo alocado. Aprovechó su sensualidad y lo embriagada que estaba para coquetear con algún chico sexy. Al ser pareja de un personaje famoso en el mundo de la música, ella también ganaba reconocimiento; y claro, eso no era del todo bueno.

se acercó a la barra para ordenar un vaso de tequila y se acomodó un poco su vestido sin perder la compostura, con la intención de que alguna bestia atrapara el anzuelo para pasar una noche inolvidable. Sonrió victoriosa al ver una figura masculina acercarse a ella.

- hey... que deleite para mis ojos es ver a una mujer como tú. -se apoyó en la barra y sólo con mirarla pudo recorrer el alma de la chica, lo que ella sintió extraño pero le encantaba. Isa no podía detallarlo perfectamente ya que su vista estaba algo nublada por el alcohol, pero su sola presencia y la actitud de no tener siquiera que sonreír para coquetear la atraía.

- hm, eso dicen muchos, pero pocos me prueban.

- son afortunados los que poseen tal belleza, así sea por una noche. -soltó una leve risa y encendió un cigarro, para luego mirar al tendero y pedir otra bebida- Yo pago.

- es bastante tonto y amable de tu parte pagar la bebida de una chica que no conoces.

- estoy sumando puntos para lo que viene, belleza. -soltó confiado y se acercó un poco más.

Isabella estaba encantada con la actitud de aquel hombre, era encantador, caballeroso y sexy. Sentía que ni su prometido pudo haberla hecho sentir de tal manera antes de tener una noche de pasión. Le gustaba la sensualidad que este hombre emanaba.

- me gustaría preguntar a qué se debe que un manjar este en un bar haciendo de las suyas con sus amigas.

La conversación había avanzado lo suficiente para saber un poco del otro pero no como para conocerse completamente.

- es mi despedida de soltera, hoy es mi noche.

- vaya, te deseo mucha suerte con eso, es una basura. -ambos bebían entre risas.

- no sé... quiero intentarlo, él es buena persona.

- ¡un brindis por la novia! -exclamó burlón y ambos rieron.

Siguieron así durante un largo rato, hablando. Hasta que Isabella no resistió más, comenzaba a sentir como su cuerpo ardía. Necesitaba estar con alguien más esa noche y quería que fuera con ese hombre.

Comenzó a seguirle el juego al hombre que se le insinuaba muy sutilmente, acercándose lo suficiente para encontrar sus respiraciones. Ella cerró los ojos lentamente y sintió el contacto perfecto y apasionado de sus labios con los de este encantador hombre, los cuales encajaban tan bien que la hacían jadear. Se aferró a los brazos de él mientras él abrazaba su cintura con firmeza y la besaba de una manera que la volvía loca; tanto que sentía que comenzaba a marearse. Y efectivamente así era.

Se sentía confundida pero no quería dejar de besar al hombre. Sus labios comenzaban a fallar, su cuerpo se sentía pesado y su vista se nubló aún más. Sintió como sus ojos se cerraban mientras la última imagen que registraba era el borroso rostro de él.

continuará.

espero les guste.
mari ❤

El secuestrador. [Izzy Stradlin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora