Difícil.

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No puedo considerarme una mujer fácil, realmente siempre me complico mucho las cosas, cualquier detalle, algo que para los demás podría considerarse sencillo para mi no existe, no, siempre tiene que haber drama, es una forma de hacer interesante mi vida, supongo. Ni siquiera se como funciona, simplemente mi cabeza me dice que exija, podría estar 3 horas peleando con un pájaro por ocupar mi centímetro favorito de la banca del parque a la que voy cada viernes, así de difícil soy.
Estos últimos meses han sido complicados para una persona como yo, porque todo lo que siempre me salia bien, ahora de pronto ya no, y eso me colma la paciencia, tengo que pensar como solucionarlo, y para hacerlo peor, mi jefe renuncio, podría ser bueno, es lo que deseaba hace tanto porque desde hace tiempo estoy en la lista de ascenso, por fin era mi turno, pero un tipo salio de no se donde, ni siquiera se quien es, solo se que me quito mi oportunidad y ahora es mi jefe, todo por el dueño de la compañía al que nadie conoce, un dueño de una empresa de entretenimiento que se mantiene en anonimato, no entiendo porque pero así es, nunca había tenido curiosidad por tenerlo enfrente hasta ahora, porque me quito mi puesto soñado.
Fuimos contratados para organizar el baile de beneficencia con mascaras de Navidad, ya es un clásico de cada año, el boleto es costoso pero es una fiesta excepcional y todo lo recaudado va a los orfanatos de la ciudad, la persona que nos contrata siempre nos paga bien por esto y por otro año no seré yo quien lo organice, de eso se encarga mi jefe y ahora lo hará este tipo que salio de la nada; debo admitir que hizo un gran trabajo, varios concursos en los que todos podían participar como el de baile por ejemplo, pagabas por participar, pero al igual que el boleto de la fiesta también era para el fondo de apoyo, aunque aquí se apartaba una parte para el premio del ganador. Obvio me apunte, soy muy buena bailando.
Poco a poco fui eliminando a los demás participantes, nadie me gana en baile, es una de mis pasiones, la otro es ganar; de pronto quedamos solo él y yo, un concursante que no podía eliminar, solo él y yo. La señorita jurado, la que decidía quien era eliminado y quien ganaría, una rubia de unos 30 años, sexy con su vestido negro y antifaz de gatubela, no dejaba de mirar al otro concursante y que creen que paso, exacto, el gano. Y no puedo creerlo, enserio, ni siquiera sabia bailar, no se movía, solo estaba ahí, con su chaqueta de cuero, su pantalón de mezclilla negra ajustado, sus botas de militar, su sexy andar, su torso que notaba que se ejercitaba, pero sin exagerar, solo sensual, su mascara de krueger que cubría su rostro , y yo, yo solo tenia mi vestido rojo corto con vuelo, ideal para el baile, con mi antifaz de encaje, maldita sea. Otra cosa que me sale mal. Estaba increíblemente molesta, alguien mas que me quita lo que quiero, todavía tiene el atrevimiento de invitarme a bailar, ¿De verdad?, me fui y lo deje ahí parado, tome una de las copas de los meseros con champanes, la bebí de un trago, salí del lugar y me quite mi antifaz, pedí mi auto y mientras esperaba una mano toco mi hombro, gire y era ese tipo quien me pregunto si me ocurría algo, no puedo creerlo. -Por supuesto que me pasa algo- le respondí, -yo debí ganar, tu ganaste solo por gustarle a esa tipa, como un gesto para conocerte, y obviamente tu te aprovechaste  de eso, en fin, la ventaja que tienen los hombres sexys como tú, debes estar acostumbrado a ganar, debes tener todo lo que quieres-. le dije bastante molesta, mi auto llego y ni siquiera lo deje responder porque me di la vuelta, tome las llaves y subí a mi auto, entonces él se acerco a la ventanilla de mi vehículo y me dijo con una voz bastante sensual: -No tengo todo lo que quiero, no por ahora, pero lo tendré....- y me miro muy insinuante, luego se dio la vuelta y regreso a la fiesta, yo me quede ahí unos segundos mirándolo, ni siquiera se quien es, no se quito la mascara, pero hubo algo en su voz, su forma de decirlo, me éxito. Cuando llegue a mi casa, puse a llenar la bañera con mis esencias favoritas, me desvestirse y entre, no podía quitar su voz de mi cabeza, su forma de decirlo, ¿Se refería a mi acaso? No seas tonta, por supuesto que se refería a mi, que locura, el solo pensarlo me ardía la temperatura del cuerpo, ni siquiera se como o en que momento pero empecé a acariciarme con el jabón de una forma mas... como lo digo, deliciosa. Redondeaba mis senos, enjabonada mis piernas, entonces solté el jabón y seguí haciéndolo con mis manos, hasta que sorprendí acariciando frenéticamente mi clítoris, gemía de placer con la imagen en mi cabeza de un desconocido que logro enfurecerme y exitarme al mismo tiempo con un solo comentario.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2017 ⏰

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