Parte 1 Sin Título

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Después de haberla salvado en distintas ocasiones, de villanos como Jugador, La Befana, Demo ilustrador, aquel rubio de traje oscuro se veía en la necesidad de estar al pendiente de la azabache, cuidarla y protegerla de cualquiera que quisiera dañarla. Ya era algo normal estar en su balcón, Marinette solo lo veía sin decirle nada, desconcertada por verlo allí aunque de un tiempo para acá se había vuelto el pasatiempo favorito del felino.

—Estás siempre aquí ¿Por qué?— se acerca al gato preguntándole al fin

—Porque puedes estar en peligro, tengo el deber de proteger a París y eso te incluye— mirando a todos lados vigilando que no hubiera ningún peligro

—Pero debes proteger a los parisinos de ataques de súper villanos, no de una cucaracha voladora

—Bueno pero has estado bajo ataque de varios súper villanos

—Si es así, creo que deberías proteger a Chloe Bourgeois

— ¿Chloe?— pregunta el súper héroe confundido

—Claro, ella siempre está bajo ataque— se apoya en los barandales del balcón —Esa rubia causa la mayoría de las akumatizaciones

—Pero me preocupa más tu bienestar que el de ella, es decir, si me preocupa pero no tanto como tú

La oji azul sonríe y se sonroja ligeramente

—Creo que su papi, no estaría de acuerdo contigo— burlándose de la fémina antes mencionada

—Bueno pero soy Chat Noir, no sirviente de ella

Marinette entró a su habitación y entreabrió su bolsa para hablar con la pequeña criatura moteada que se encontraba oculta ahí

—Deberías decirle que se vaya si te pone incómoda— responde Tikki.

—No es que me incomode o me moleste, es que me pone...— queriendo terminar la frase

— ¿Nerviosa?— levanta el ceño pícaramente

La oji azul no le respondió ya que tuvo que cerrar rápidamente su bolsa al notar que Chat Noir se aproximaba a ella

— ¿Hablabas con alguien?

—No— dice nerviosa. —Solo pensaba en voz alta

—No parecía

—Bueno hablaba con...— ve su bolsa —Alya, por teléfono

—Ah, eso lo explica mejor

Marinette al ver que Chat Noir no se iba, decidió sentarse a leer un libro cuando nota que el felino se aleja un poco sonriendo

— ¿Qué pasa?

—Es que ese es el libro que utilizaste para pegarme en la cabeza, aún recuerdo ese golpe

—Ah eso— sonríe apenada al recordar aquello —Es que había alguien en mi habitación y no me detuve a ver quién era

—No te preocupes, ya me lo habías explicado— sonríe —Aunque me gusta oír tu voz

La azabache no pudo evitar ruborizarse al escuchar las palabras del súper héroe. Quedó un rato leyendo cuando el anillo de aquel felino centelló y ésta lo notó

—Deberías irte— pasando la página —Nadie debe saber tu identidad

— ¿Cómo sabes eso?

—Porque si no París lo supiera desde el primer día en que aparecieron tú y Ladybug

—Tienes razón— le guiña el ojo —Me iré pero no te librarás de mí tan fácil

My Loving CatWhere stories live. Discover now